Expediente/Caso 1: Paula Green (Parte 4)

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Cuando llegamos a mi casa, mi madre está viendo la televisión.

- Hola mamá- saludo, sin pocas ganas.

Ella parece no darse cuenta de que llegué. Así que, me dirijo a la cocina y preparo unos bocadillos para Carlos y para mi.

- ¿Que le ocurre a tu madre?- me pregunta él.

- No lo sé, lleva así desde hace casi dos semanas- respondo yo, sin dejar de hacer los bocadillos-. Algunas veces se muestra normal, como siempre, pero otras es como si estuviera en otro sitio, como si no viera lo que hay a su alrededor.

- ¿Hace casi dos semanas? ¿No es cuando empezó toda esta locura?

- Exacto- respondo.

Le doy su bocadillo y empezamos a comer, aunque apenas tenemos apetito.

Cuando hemos terminado, recojo y subimos a mi habitación.

-¿Te apetece jugar a videojuegos?- le pregunto.

- Claro, ¿a cual?

- Pues... No se jajaja- respondo- ¿Y si jugamos al que esté puesto?

- Vale

Enciendo la televisión y la consola. Está puesto un juego de supervivencia.

- Es curioso, no recuerdo que tuviera un juego así.

- Bueno, ya que está puesto juguemos. Puede ser divertido

- De acuerdo, es de un solo jugador, así que empieza tu- respondo-. Iré a ver a mi madre, por si necesita algo.

- Vale.

Me dirijo hacia el salón. Mi madre está dormida, así que le pongo una manta por encima y apago la televisión.

Mientras subo las escaleras, la luz se va, así que me quedo a oscuras. Intento seguir subiendo, pero me tropiezo y caigo rodando.

- ¡¡Aaahh!!

- ¡¡Paula!! ¿Estas bien?

Veo la luz de una vela y a Carlos sujetandola. Él va a ayudarme y justo cuando le quedan dos escalones para llegar a mí, sale volando hacia atras como si algo tirara de él.

La luz de la vela se apagó.

- ¿Carlos? ¿Que ha pasado? ¿Estas bien?

Intento levantarme, pero me he torcido el tobillo.

- Mierda.

Subo la escaleras como puedo, aunque soy muy lenta. Encuentro la vela que sostenia Carlos, y un mechero.

Enciendo la vela y veo a Carlos acuclillado, al fondo del pasillo.

-¿Carlos? ¿Estas bien?- pregunto, acercandome a él.

- ¡No te acerques! ¡No quiero hacerte daño!

- ¿Daño? ¿Por que dices eso?

- No te acerques mas, por favor, no puedo controlarlo.

En ese momento me paro, atónita, solo me separan de él unos pocos pasos.

¿A que se refiere? ¿Que no puede controlar a que? ¿A quien? Solo estamos nosotros aqui arriba.

Decidida, me acerco un poco, y me acuclillo, como él.

-Carlos, mirame.

- No quiero hacerlo, apartate de mi.

-Carlos, por favor...

Antes de que pueda terminar de hablar, Carlos se abalanza sobre mi. Lo empujo y me lo quito de encima. Empiezo a correr, ignorando las punzadas de mi tobillo dolorido.

Carlos me alcanza y caigo.

- Perdoname Paula- me ruega-, no puedo hacer nada. ''Él'' me controla.

¿Que? ¿Quien es ''Él''?

Me lo vuelvo a quitar de encima. Él tropieza y está a punto de caer por las escaleras. Yo lo sujeto.

- Sueltame.

- ¡No!- le digo yo.

En ese momento algo o alguien me tira hacia atrás, y me doy en la cabeza.

No puedo moverme, alguien me sujeta. Cuando puedo enfocar mi vista, veo a mi madre.

Es ella quien me sujeta.

- Ahora, serás como nosotros- dice mi madre.

Siento como algo me atraviesa, y mi madre me suelta.

Ya no soy yo, ya no tengo el control de mi cuerpo.

- Acaba con él- ordena mi madre, señalando a Carlos.

Mi cuerpo se mueve solo, me dirijo hacia él.

Lo empujo y cae por las escaleras. Entonces, recobro el control de mi cuerpo. Mi madre cae al suelo, desmayada. Y la luz vuelve.

Corro hacia Carlos, no se mueve.

- ¿Carlos? ¡¡Carlos!!- grito-. ¡¡¡Por favor!!! ¡¡Despierta!!

Corro hacia mi habitación y cojo el teléfono. Llamo a la ambulancia.

Me parece eterno el tiempo que tarda la ambulancia.

Llegan y se llevan a Carlos. A mi me llevan a la comisaria para interrogarme.











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⏰ Última actualización: Jan 19, 2017 ⏰

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