Abro los ojos lentamente y suelto un quejido de dolor. La cabeza me está matando. Trato de moverme pero no lo logro. Estoy sentada en una silla. Atada de manos y pies. Bastante cómodo eh. Ustedes dirán.. ¿Cómo puede estar tan tranquila? Y la verdad es que.. No estoy ni un poquito tranquila. Estoy asustada. Pero si hago que parezca que estoy tranquila, esa tranquilidad se transmita a mi cuerpo. ¿No?
Recorro con la mirada la pequeña habitación. Está completamente vacía. Solo estamos la silla y yo.
No es un lugar sucio ni nada de eso. En realidad, es súper limpio. Las paredes son completamente blancas al igual que el piso y el techo. No veo ninguna puerta. Supongo que habrá alguna detrás mio. Considerando que no me puedo dar vuelta para mirar, es una gran probabilidad.
¿Que es este lugar?
-¿Hola?.- logro pronunciar apenas. Mi garganta esta seca y duele, mucho.
-Oh, que bueno que despertaste, querida.- dijo una voz femenina. No veo a nadie en la habitación. Entonces me doy cuenta que en las esquinas de las paredes hay pequeños parlantes.
-¿Donde estoy?.- dije con la voz temblorosa. Tengo mucho miedo.
-Estas.. oh espera.. Sebastian, ¿puedes dar vuelta su silla?.- ¿quien es sebastian?
en eso siento que la silla comienza a moverse para que yo quede en frente de un vidrio que hay en la pared. Detrás de este hay un pequeño cuarto y hay dos personas. El hombre, que al parecer se llama Sebastian, está controlando algunos botones y esas cosas. A su lado hay una mujer rubia con ojos extremadamente celestes. Tiene una cara angelical. Aún asi, le tengo miedo.
Sebastian levanta la mirada y veo que tambien tiene los ojos celestes.
-Ahora si contestaré a tu pregunta.- dijo la mujer y la miré.- estás en un laboratorio.- fruncí el seño y bajé la mirada. ¿Que hacía en un laboratorio?.- Se lo que te estarás preguntando.. Por qué te trajimos aquí, ¿verdad?.- asentí lentamente.- Queremos hacer un simple experimento contigo. Pero no te asustes, no es peligroso.. lo hemos hecho con muchas personas y ha funcionado perfectamente.- la miré y mis ojos se cristalizaron.
Estoy tan asustada. Solo quiero estar con mis amigos, con mi tía. Quiero que esto sea solo un mal sueño. Quiero que Dylan me despierte como siempre lo hace y que me diga que todo está bien. Quiero escuchar las tontas preguntas de Matt y burlarme de él. Quiero hacer pijamadas con Alison. Quiero ayudar a la tía K con sus diseños. Quiero... que nada de esto hubiera pasado.
-No llores cariño, nosotros... no queremos hacerte daño, no le hacemos daño a nadie.- dijo mirándome preocupada. No entiendo. Me secuestra, me trae a un laboratorio para hacerme unas pruebas y ahora.. ¿se preocupa por mi?.. aunque la pregunta sería.. ¿por qué?.- Yo te explicaré todo, pero primero ve a tomar un relajante baño de burbujas..- asintió hacia alguna dirección del cuarto y vi que una puerta se abría a mi izquierda. Vaya, las puertas estaban bien camufladas.
-E estoy atada.- dije con la mirada baja. No terminé de decirlo cuando siento unas manos que me desatan las manos y luego se dirigen a mis pies. Traté de darme vuelta para ver quién era.
-No voltees. No me mires.- dijo. Era un chico. Que bruto.
Miré hacia el frente y la señora me sonrió amable. Yo, en cambio, solo me mantuve seria.
Una vez que pude pararme comencé a caminar hacia el baño. Me dolía todo el cuerpo. Pero solo quería tomar este baño. Y no sé por qué.
Entré al baño y es bastante espacioso. Hay un mueble que tiene las toallas y ropa. Luego está la bañera, el WC, etc.
Me deshice de mi vestido, el que llevaba en la festa de Connor.. Oh Connor.. nunca volví del baño, él también debe estar preocupado. Todos deben estarlo.
Dejé de pensar en eso para no torturarme más, y me metí en la gran bañera. El agua estaba de verdad deliciosa. Cerré los ojos e intenté estar tranquila por un momento.
Dylan
La tía K y yo estábamos en la casa esperando que llegue la policía. Estabamos ambos callados, preocupados, asustados. No veíamos a Tiffany desde ayer a la noche. Habia estado un dia completo desaparecida. Escuchaba los sollozos de mi tía y eso me hacía poner aún más triste, si es que eso era posible.
Escucho el timbre de la casa y me levanto rápidamente. Voy corriendo a abrir la puerta y me encuentro con dos policías. Los dejo pasar y se sientan en el sillón con mi tía.
-Lamento la tardanza, vinimos ni bien nos desocupamos.- asentí y el policía rubio siguió hablando.- Dígannos, ¿que ha ocurrido?.- miró a mi tía, pero ella no podía hablar por los continuos sollozos. Entonces decidí hablar yo.
-Es.. mi hermana ha desaparecido.. no contesta su celular.- dije lentamente.- el policía asintió para que siguiera hablando.- ayer por la noche estábamos en una fiesta y.. simplemente desapareció. Un chico.. emm.. el dueño de la casa, nos dijo que dos hombres la habían metido en un auto.- se me comenzó a quebrar la voz pero traté de no llorar.- luego vino nuestra mejor amiga llorando y.. dijo que Tiffany no estaba por ningún lado.
-Entonces... ayer a la noche desapareció.- dijo anotando los datos que le dije. Me miró y asentí.- Lo lamento, no podemos hacer nada hasta que hayan pasado 48 horas.- mi tía comenzó a llorar más.
-¡¿Cómo que no pueden hacer nada?! ¡Ella puede estar en peligro ahora mismo! ¡Hay un testigo que vio a un hombre meterla en un auto! ¡¿Acaso eso no es suficiente?!.- grité y mi tía me agarró la mano para que me tranquilizara.- ¿Saben qué? Está bien. Esperen a que pasen las malditas 48 horas. Nosotros comenzaremos la búsqueda ahora mismo.- el oficial que no habia hablado intentó decir algo pero se quedó callado y asintió.
Alison me había enviado un mensaje. Ella, Matt, Connor y Harry estaban en la ciudad repartiendo fotografías de ella para que la gente la reconociera. Eran las 10 am. Anoche no pude dormir nada pensando en lo que le pudo haber ocurrido a mi hermana. Los policías comenzarían a buscar hoy a la noche.
Espero poder encontrarla y que esté a salvo.
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Los Amigos No Se Besan
Novela JuvenilSoy Tiffany Duff, 17 años. Extrovertida, simpatica, amante de los libros, tengo un hermano mellizo y.. Bueno, más adelante me van a seguir conociendo. Luego de vivir varios años en Texas, me mudo a California, mi hogar. Alli hay reencuentros, recuer...