Cariño;
Quiero que sepas --y que nunca, nunca jamás lo olvides-- que me salvaste. Dos veces y sin saberlo, me salvaste de mí misma. Y yo, tonta de mí, ni siquiera puedo recordar las palabras exactas con las que me salvaste de mí misma.
Pero eso ahora no es importante, no. Solo quería clarificar que te debo mucho, más de lo que puedes imaginar. Y quiero que sepas que voy a estar aquí, aquí o allí o donde sea pero siempre voy a estar si tú me necesitas. Siempre, y siempre es una palabra que ya no uso estos días. Una palabra que he aprendido a reservar para personas que de verdad se lo merecen. Personas como tú.
Entiendo tu dolor ahora mismo, yo también lo sentí hace unos meses. Seguro que sabes de lo que hablo. La realización de que has perdido una parte de ti mismo, una parte que no vas a recuperar. Sé que es duro, aprender a vivir después de algo así; aprender a reconocerte cuando te mires al espejo. Yo aún no lo he conseguido.
Es cierto, no intento animarte. No sabía cómo. Pero quiero que sepas que hay alguien más ahí fuera que ha sentido el mismo dolor que tú estás sintiendo ahora mismo. No sé si alguna vez me recuperaré, ya me conoces; pero estoy segura de que tú sí lo harás. Por ti mismo, por tu familia; siempre has sido más fuerte que yo.
Te quiero, tanto como para escribirte estas palabras, pero no lo suficiente como para atreverme a decírtelas.
K.R.M
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No me des la vida si me vas a quitar el sueño
PuisiSeguiré escribiendo por todas tus razones, y seguiré recordando, queriendo olvidarte pero fallando. Seguiré tus pasos hasta tu punto de partida, y me haré un nido de locura entre las ramas de tu cordura.