Taemin mordió la punta de su lápiz; no tenía ni idea de que responder en el examen. Puso los ojos en blanco, no había otra opción, dejaría en blanco varias respuestas. No quería hacerlo, sobre todo, porque si bajaba su promedio, Minho se encontraría decepcionado de él... Y le contaría a Donghae sobre su empleo. Sacudió su cabeza, haciendo un puchero, tenía que hacer memoria, ¿de qué servía tener inteligencia visual, si al recordar, las partes que recordaba no eran más que imágenes borrosas de lo que en realidad vio? Arrancó el borrador de su lápiz, se dirigía a la ruina.
Alcanzó a poner algunas respuestas, dentro de los incisos de opción múltiple, y garabateó otras redundancias en algunas preguntas abiertas, esperando acertar aunque fuera a la mitad de lo que anotó. Lentamente pudo escuchar como el timbre sonaba, indicando el cambio de clase, a su vez, indicando, que su tiempo con el examen había finiquitado.
Salió farfullando cosas entre dientes, ¿cómo rayos no había recordado que debía estudiar? Suspiró, dejando escapar su aliento más de la cuenta.
—¿Por qué ese lánguido suspiro?— Krystal se colgó del cuello de Taemin, preguntando de manera curiosa, sabiendo perfectamente la respuesta, por el rostro que llevaba su amigo.
—Ya me vi, viviendo bajo un puente...— Exageró sus ademanes. —Ustedes fingirán no conocerme, para evitarse la pena de tener un amigo sin futuro. Mi madre olvidará quien soy, de Donghae ni se diga...
—Oh, vamos Tae, siempre habrá alguien que te ofrezca consuelo. Tal vez nosotros seamos despiadados contigo, pero has de conocer a alguien que sea tu hombro de apoyo—. Krystal picó la mejilla de Taemin.
—Tienes razón...— Suspiró. —Pero si sigo así, me temo que también terminaré por decepcionarle—. Dibujó un mohín en sus labios.
—Ya, ya, que no todo será malo en tu futuro...— Dijo de manera despreocupada. —Mejor, hablemos del ahora, ¿qué pretendes saliendo con Jinki?— Fue seria.
—Nada—. Taemin se encogió de hombros. —Me pidió una oportunidad. Varias veces, ese chico es muy insistente.
—Pero, Taemin ah...
—No me regañes...— Taemin se sentó en una banca que había en el jardín de la escuela, siendo acompañado por su amiga. —Sé que no está bien...— Su mueca era triste.
—¿Él te gusta?— Entonces Krystal dejó de ser agresiva en su manera de hablar.
—Sí...Pero no tanto como le gusta a Jonghyun. Es más como, un gustar de amigos—. Volvió a encogerse de hombros; si seguía así, desaparecería en sí mismo.
—Vaya que te has metido en un lío—. Ella también se encogió de hombros. —Taemin ah, sal conmigo—. Le sonrió, gesto que fue correspondido por el chico.
—Claro Soojung, el siguiente sábado—. Taemin alzó su mano, en señal de promesa.
—Es una cita—. Sonrió.
Entonces ella se fue, dejando a Taemin sentado, en esa banca, solitaria. No tenía idea de que hacer, le gustaba Jinki, de eso no había duda, le gustaba desde que él seguía en la preparatoria, pero no era nada más que la atracción que sentía por verle sonreír, o la manera en que hablaba con todos. De cierto modo, tenía miedo de empezar a conocerle más a fondo, porque si lo hacía, saldría decepcionado.
Por otro lado, estaba Jonghyun. Su amigo le había confesado sus sentimientos hacia Jinki desde hacía tiempo. Entendía lo mucho que le gustaba, por la forma en que hablaba de él, por la idiota mirada que ponía, incluso, por el tiempo (contando horas de sueño) en las que había pensando en el ser en cuestión. Jonghyun tenía más derecho a salir con Jinki. Y Taemin no podía evitar sentirse mal con ello. Le tenía que decir a Jonghyun sobre sus citas con Jinki, ¿pero como? Agitó su cabeza, tenía que encontrar una solución.
ESTÁS LEYENDO
Ojos Bonitos
Fiction généraleTodos sabemos que la relación entre maestro-estudiante no debe pasar de eso, pero ¿qué pasa cuando te enamoras de tu estudiante? Choi Minho se ha enamorado de Lee Taemin, a quien le da clases de historia. ¿Qué tendrá que hacer para que el chico le c...