Jace me dejó en casa y ni siquiera recuerdo haberme despedido. Bajé lo más rápido que pude y entré a casa.
¿Cómo lo vería ahora? ¿Como si quiera voy a hablarle? Me había besado, me había tocado y... No sé. No sé qué pasó.
Creo que me dejé llevar por todo lo que dijo y me sentía tan mal que simplemente lo hice.
-Savannah, preciosa, ¿qué te pasa? ¿Viste un fantasma? -Preguntó Nicolle acercándose a mí.
-No, no. Sólo que.. No, no. No me pasó nada. -Hice el intento de sonreír.
-Te estaba esperando. Tu hermano dijo que te habías ido con un chico. -Maldición, Ryan me vió.
-Oh, sí, con Jace. -Dije y me sentí rara con tan sólo pronunciar su nombre- Pero, ¿para qué me esperabas?
-¿Lo olvidaste? ¡Tu cumpleaños es el viernes! Tenemos que comprar muchas cosas.
No puede ser. Lo único que quería hacer era dormir y olvidarme de todo este desastre. ¿Ahora tengo que salir de compras? Genial. Bastante genial.
-Pues, vamos. -Sonreí.
Llegamos al centro comercial en menos de quince minutos. Entramos a la primera tienda y Nicolle estaba bastante emocionada.
Hace poco escuché a Nicolle decirle a mi padre que yo soy como la hija que jamás tuvo. Eso me hizo feliz. Pero Nicolle nunca va a reemplazar a mi madre. Ninguna mujer en el mundo, de hecho.
Este día ha pasado tan lento. Es increíble.
Empezamos a ver vestidos uno por uno. Cortos, largos, hermosos, provocativos, tiernos. Habían demasiados.
-Entonces, ¿estás saliendo con Jace? -Me pregunta Nicolle.
-No. Tampoco quiero hablar de él.
-¿Pasó algo? -Me mira, con tres vestidos en la mano.
Los agarro y entro a probarmelos.
-Me besó. Me dijo que tenía que disfrutar el momento, que sólo olvidara a Lucas por un momento y me dejé llevar. -Lo solté tan fácilmente. La verdad es que me encantaban los consejos de Nicolle.
Sé que no podía verla pero ya me imagino la cara que hizo. Nicolle es bastante comprensiva, ya sé por qué mi padre la quiere tanto.
-Sólo que no me parece justo que mientras Lucas la pase bien, yo sólo llore por lo que alguna vez tuvimos. -Seguí- Y yo también me quiero divertir.
-¿Es ese tu concepto de diversión? ¿Besar a otros chicos? -Preguntó.
-No. Pero para él si lo es, besa a otras chicas y me saca completamente de su mente. Yo también lo tengo que conseguir.
-¿Cómo estás tan segura de que él ya te olvidó? -No quiero ilusionarme, no lo haré.
-Ha estado con chicas, incluso con la estúpida de Melody. Hace más de un mes no lo veo, ni me llama, ni me manda un mensaje de texto. Es más que obvio que me olvidó.
Salí con los tres vestidos en la mano. El primero no me gustó, el segundo es lindo pero a mí se me ve horrible, el tercero no me quedó.
-Savannah, pienso que después de todo lo que le dijiste, no puedes esperar que te llame o te mande mensajes de texto. Lo culpaste, le dijiste que no querías nada con él y que todo fue un error. ¿Cómo crees que se habrá sentido? No puedes seguir culpándolo. Si todo está así, es por ti. No por él. ¿Por qué tiene que buscarte él? Si quieres recuperarlo, búscalo tú. Pídele perdón. Pero no esperes que todo lo haga Lucas.
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Eres Mía, Pequeña
Любовные романыSavannah Williams y Lucas Hoult. No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes. Él era dueño de sí mismo, ella una niña...