Fear

239 31 16
                                    


Pues, sólo ando pasando las historias para acá, para tenerlo en dos plataformas –y evitar que se roben las historias, porque ya lo hicieron con una mía y de varias amigas-. Sólo están levemente corregidos en ortografía, esto fue escrito por aquel lejano comienzo de 2012, el día TsunaTachi, así que, no sean tan crueles </3

Un one-shot sobre dos torpes.

Disclaimer: Inazuma Eleven es propiedad de Level-5 y sólo de Level-5~

PD: Sinceramente no sé si me dio más vergüenza o tristeza todo lo que corregí... Pero bueno...

.

.

.

¿Por qué siempre es así?

Y ahí estaba por enésima vez Tachimukai Yuuki, frente a una puerta, sin saber si pasar, tocar, o mejor irse. El problema no era que fuera un desconocido el dueño de ese apartamento, todo lo contrario, conocía demasiado bien al inquilino. Tragó un poco de saliva nervioso, apretando el tirante de su mochila, la pobre siempre sufría los estragos de los nervios de su dueño...

Tengo que hacerlo...

Tsunami Jousuke... ese tonto, ese chico que de un momento a otro le había robado el corazón, ni siquiera se había enterado cuándo había sido. Cuando lo notó, era realmente tarde. Y el problema, no era el amor que sentía, o al menos, no era el más grande... El verdadero problema era su miedo. El miedo que emanaba a partir de las costumbres del de los cabellos rosados.

Pero... y si él...

Parecía que este cambiaba de relación cada semana, un día estaba tras una chica, a los cuantos ya estaba coqueteándole a los chicos de atletismo. Jugaba con las personas, conseguía lo que quería y luego las botaba como si fueran un simple juguete. ¿Dónde estaba el Tsunami que recordaba? ¿Aquel niño de 8 años que secaba sus lágrimas cuando caía de la bicicleta? ¿El que le hablaba sobre los sueños y el buen corazón?

Me da miedo...

¿Por qué había cambiado? Él nunca pensó amar a una persona que fuera así... pero, cada vez que veía sus vivos ojos negros cruzarse con los suyos, no podía evitarlo: aún veía a su mejor amigo; aún veía a aquel chico tierno y bueno; aún estaba Jousuke ahí, escondido entre la oscuridad que lo rodeaba. Entonces, ¿Qué pasaría si también lo intentaba con él? Eran mejores amigos, lo sabía, pero Touko solía ser su mejor amiga también, y terminó haciendo que se mudara, y prácticamente le pusieran una orden de restricción. ¿Tan malo era? ¿Tanto así podía enojar a la hija del primer ministro?

Me das miedo...

Se abrazó a sí mismo, entre triste y temeroso de que su corazón terminara roto en mil pedazos, y se agregara a la gran e interminable lista de Tsunami. Dio un largo suspiro y cerró sus ojos fuertemente. No quería que ese par de lagrimas lograran su objetivo y salieran, por más que su deseo fuera que lo hicieran. Este era el problema del amor. Nunca es perfecto. Nunca es como lo cuentan en las novelas, donde los enamorados pasan mil aventuras para encontrarse y amarse, aún cuando personan malas trataran de separarlos. Él siempre estuvo al lado de Jousuke. Las personas con las que Jousuke se relacionaba, no eran malas.

"Sólo somos amigos"... eso dices... eso diré.

Puso el pie derecho en una punta, para darse la media vuelta e irse, mañana estaría mejor y podría hablarle en la escuela, como siempre, como si nada ocurriera. O al menos eso intentó, pues en ese instante, la puerta se abrió, dejando ver a una joven de cabellos rubios, recogido en una coleta, con un atuendo casual pero elegante, llorando, tan frustrada que incluso empujó al niño inocente y se largó de una buena vez. Extrañado, ladeó el rostro para observarla cómo se metía en el subterráneo, secando las lágrimas que ahora le invadían.

FearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora