Secretos a voces (AU)

Alguien que comprende

Alguien en el mundo te comprende, solo no dejes de buscar.

Isabelle se sentía mucho mejor cuando salió del Loft de Magnus.

Siempre había visto a Magnus Bane como... ¡El gran Magnus Bane! Cuando el hablo de su padre fue la primera vez que lo vio como una persona normal.

Lo había idealizado. Lo había visto como el chico popular que hace las mejores fiestas y que está en último año. Nunca lo había visto como una persona. En ese momento entendió porque su hermano se había enamorado de Magnus.

Magnus era alguien humano, cometía errores, sentía dolor, se enamoraba. Deseo convertirse a su amiga.

Se abrazó a si misma mientras volvía a casa, el clima estaba cada vez más frio y su atuendo no alcanzaba a protegerla; Alec se había quedado en casa de Magnus; Jace había acompañado a Clary a su casa, mientras que Will, Jem y Tessa habían ido a la plaza.

Templo y trato de llegar pronto a casa, cuando sintió algo sobre sus hombros.

-Hola- saludo Simón, Isabelle sonrío mientras se ponía la chaqueta que Simón había puesto sobre sus hombros.

-Gracias- le dijo-. Pensé que ibas a casa.

-Iba- señalo Simón-. Luego pensé que debía acompañarte a casa, así que corrí para alcanzarte.

-Eso es muy dulce- dijo Isabelle-. Y tonto. No tendría por qué acompañarme.

-Bueno, vale la pena- Simón le sonrío con inocencia.

Simón resulto ser lo contrario de lo que esperaba. Esperaba un chico nerd que se encerraba a leer comics y no tenía vida social; pero se encontró con un chico dulce y amable que estaba pendiente de ella.

Ningún chico la había tratado con tanta delicadeza como lo hacía Simón, bueno, Alec no contaba, si fuera por el ningún chico se le acercaría.

-¿Qué tal si vamos a tomar un café?- pregunto Isabelle-. Me siento mal de quitarte tu chaqueta y hacerte esperar hasta llegar a casa.

-No me molesta para nada- aseguro el-. Pero admito que me encantaría un café caliente. El clima comienza a cambiar.

-Bueno, se acercan las fiestas- aclaro Isabelle con pesadez-. Apenas estamos en Noviembre y la gente ya está decorando sus casas.

-Bueno, dicen que la mejor parte de las fiestas son las decoración- Simón se encogió de hombros-. ¿Quieres ir al Java Jones?

-Creo que tengo un lugar mejor.

Simón la hizo sonreír todo el camino, a pesar de que el chico parecía tener frío no se quejó en ningún momento y cuando llegaron a la cafetería Simón miro sorprendido el letrero de Taki's. Cuando entraron ambos suspiraron aliviados.

-¿Qué es este lugar?- pregunto Simón cuando se sentaron.

-Aquí venimos mis hermanos y yo cuando no queremos cocinar, tienen recetas muy buenas- Isabelle le paso el menú-. Hay muchas opciones.

-Hola- saludo una chica alta y delgada, sus ojos azules los miraron fijamente; Simón la reconoció: era Kaelie, la chica de los anuncios semanales-. ¿Qué les traigo?- pregunto.

-Dos cafés- dijo Isabelle-. ¿Comemos algo?- le pregunto a Simón.

-Claro, ¿Qué se te antoja?

-Mmm, unas papas fritas- indicó Isabelle, Kaelie los evaluó con la mirada y luego se dirigió a Isabelle:

-¿Sabes si tu hermano va a venir hoy?- pregunto con una sonrisa.