► Jealous ○ KuroxKenma ◄
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Kuroo no le había dedicado ni una sola palabra a su novio en todo el día.
« ¿Cuánto más piensa seguir con esto? Ya no lo soporto » Pensó Kenma.
En cuanto las practicas acabaron, la pareja fue hasta la casa de Kuro. Un silencio incómodo los acompañó todo el camino. Kenma, quien parecía cansado de la actitud de su novio, simplemente mantenía su mirada fija en el suelo.
Una vez que llegaron a su destino, ambos jóvenes procedieron a ir hasta la habitación del más alto. El silencio se mantenía al lado de ambos, y la situación parecía cada vez más incómoda para Kenma. Ambos estaban en la habitación de Kuro, y sus padres no estaban en casa.
Kenma se sentó tímidamente sobre una orilla de la cama de su novio, mientras que este simplemente se sentó algo alejado de él.
—Kuroo...—dijo Kenma, con un tono diferente al de siempre. Él estaba triste.
—No me hables.—respondió de forma brusca.
Esas palabras hacían un agujero en el corazón de Kenma, a pesar de que luego se las arreglaba para que su novio le vuelva a hablar. Él ya sabía de que se trataba esto, vaya que lo sabía.
—Kuroo...—volvió a repetir el pequeño.
Grave error.
—¡Te he dicho que no me hables!.—elevó su voz, dedicándole una fría mirada de reojo al menor, mientras apretaba sus puños.
Kuro no elevaba la voz. A excepción de cuando se trataba de este tema.
—¡Ya basta, Kuro!.—contestó Kenma, con un notable enojo, y sus ojos parecían estar conteniendo las lágrimas—¿Por qué siempre te enojas cuando estoy con Shōyō?.
—¿Y tienes la cara para preguntármelo?—rió con amargura.—. Eso ya lo sabes.—dijo, mientras apretaba los dientes con fuerza.
—No puedes estar celoso de Shōyō—dijo molesto—. ¡Yo te amo a ti!—gritó con —aún, más— rabia. Podía sentir como sus ojos se cristalizaban, y Kuro no tardó en notarlo; su corazón se oprimió.
—No pienses que con decir eso, arregla todo lo mal que me has hecho sentir.—contestó.
Esas palabras hicieron un gran agujero en el corazón de Kenma, dejando sin espacio a las emociones que sentía. Sólo le quedaba... Dejar salir aquellas emociones, a pesar de que no quería.
—¡¿Y yo qué?!—gritó Kenma.—. ¿A-Acaso has pensado...—sus mejillas denotaban un leve color carmín, mientras que, las lágrimas empezaban a salir de los ojos de el pequeño—... Cómo me siento yo?—Kuro, al ver esta imagen de su pequeño novio, no pudo evitar sentirse mal.—¿L-Lo has siquiera pensado?.
—Kenma, yo-…—fue interrumpido por éste, respondiéndole:
—¿Has pensado en como me siento cuando estás con Tsukishima a solas?—miró a los ojos a aquel chico que amaba con locura—. ¿Cómo me siento cuando estás con Bokuto-san a solas?—un sollozo se escapo de él. Estaba esperando una respuesta de su novio, pero este parecía no ser capaz de contestar—. N-No. Nunca lo has pensado, ¿verdad?.
