Estábamos todos sentados afuera de mi casa conversando varias cosas cuando pasó un chico en frente de mi casa y ví que Yael lo saludó.
Se que me mirarán como metiche, pero quiero saber quien es este. Esta guapo pero cundo saludó pude ver en su mirada que algo le estaba afectando y se que esa sonrisa era fingida.
-¿y este quien es?- le pregunté a Yael mientras veía por donde se fue.
- el, es un viejo amigo que vivía en la frontera.- dijo restándole importancia.
- mmm, suena bien- dije con un gesto pensativo y enarcando una ceja
-ni lo sueñes nenita, si yo no pude el tampoco- dijo en un tono serio
-no quiero nada con el, solo era curiosidad- curiosidad de de saber su vida. Dije en mi mente
-bueno, la curiosidad mató al gato
Tengo que averiguar que le pasa a este. Cualquiera diría "pero que le pasa a esta, ni siquiera lo conoce para decir que algo le pasa", pero tengo una habilidad, puedo descubrir muchas cosas con una mirada, suena raro pero es así.
Aveces hay personas que tienen pasados oscuros y todavía no lo solucionan, y por ese pasado piensan que la vida se les viene encima, pero yo les he enseñado a muchas personas que ese pasado está atrás y creo que lo puedo ayudar a él.
-¿van a comer?-preguntó mamá parada en la puerta principal mirándonos a todos e interrumpiendo mis pensamientos
-siii- respondimos todos al unisono
- ¡tanta hambre tienen!- dijo mamá sorprendida - ¿hace cuantos días que no comen?
-no es eso sino, que hay una persona que es la mejor cocinando y como ves a nosotros nos gusta la comida de esa persona- respondió Hellen
-no me digas eso, después me da envidia de mi misma- dijo mamá mientras se dirigía adentro a servirnos comida.
-¡júralo!, ella creyó que era ella, pero si supiera que es el cheff del restaurante de la esquina.-dije luego de un par de carcajadas
- no.-dijo Gabriel con un tono de voz seco- se refería a ella.
- siempre alguien dañando el momento
-tenía que defender a mi suegra.- dijo Gabriel en un tono que no escuchara mi mamá
-te preocupas más por ella que por mí- reclame media molesta y cruzada de brazos
-no es eso, sino que...
-vengan a comer ya- interrumpió mi madre.
-lo arreglaremos cuando terminemos de comer- le susurré al oído.
Mientras comíamos no podía dejar de pensar en aquel muchacho de mirada nublada. Solo me pregunto, ¿que le pasará?
Nunca lo había visto por aquí, y sé que tiene como explicar sus ojos nublados y su estadía por acá. Lo que no me explico es lo de esos ojos nublados, pero a pesar de eso, sacó una sonrisa, aunque fingida.
Terminé de comer y me dirigí lavarme las manos sin decir nada. Todos me miraron raro, pero yo seguí caminando hasta que llegué al baño. No sé, estoy tensa, pero solo pensé en ese chico. Me mojé la cara con abundante agua y salí de hay. Cuando bajé las escaleras noté que todos estaban afuera excepto mama que, quien sabe que estaba haciendo. Salí y me sorprendí porque el chico,al cual he estado pensando, está en aquí.
-oh... Y ella es- me apuntó Yael- Jaynnie
-también me puedes decir nenita. ¿y como te llamas tu?- pregunté interesada. Luego Yael me miró con el gesto más feo que le había visto.
-me llamo Isaí.- sonrió y los ojos se le iluminaron. Los tenía de un color celeste cielo.-Isaí Smith. Gusto en conocerte.
-el gusto es mio- Sonreí de lado y cuando Isaí me extendió la mano pude ver que tenia las uñas pintadas de color negro. Mi cara cambió de inmediato no le estreche la mano, alejé mi mano lentamente y me quedé mirando la pintura negra en sus uñas. Este tipo es emo o gótico , que sé yo, pero nadie me convence de que este tipo no está en sus cosas raras.
-que mal educada eres- reprochó Yael
-vamos a hablar serio. Tu- dije tocándole el pecho con mi dedo índice a Yael- no eres quien para hablarme a mí de educación y segundo este tipo tiene las uñas pintadas de negro, y el mismo es algo raro. En cuanto dije eso ví a Isaí tensarse y agachó la cabeza en forma de culpa.
-¿y porque no dejas que te explique?- preguntó Yael.
-porque no hay explicación- suspiró Isaí mientras trataba de hablar con las palabras correctas- sii... Yo...soy... EMO. Es algo raro porque muchas personas no te aceptan, pero luego comprendes que no necesitas de ellos. Por lo general, me vale mierda lo que digan de mí. Pero de algo estoy consciente, necesito ayuda.
-anda Jay... Di que sí- rogó Yael poniéndose como perrito.
-Sabes que voy a decir que no. He tratado con todo tipo de personas, excepto con emos
-Tu puedes pero tienes miedo- dijo sacandome la legua y cruzándose de brazos- niñita cobarde.
-¡CLARO QUE NO SOY UNA NIÑITA COBARDE!- grité molesta- ya verás que no tengo miedo. Acepto ayudar a este tipo pero como me venga con un conjuro o un hechizo, hago que los dos se mueran.
-me gusta hacerte enojar, te ves tan tierna y hermosa- expresó Yael
-¡te digo un secreto! Te odio, eres mi imbécil favorito
-oigan sigo aquí- habló Isaí
-tu callate- le grité
-me gustan las chicas como tú- expresó Isaí
-olle ella es mía- gruñó Yael
-oiganme bien los dos. No soy de nadie y le pateo el culo a los que se pasan de comentarios.¿okey?
-algún día serás mía- dijo Yael fingiendo estar el las nubes
-ya callate- lo agarré con mis manos por la cresta que tenia en su cabello- hoy es así, luego imagina como será luego- dije entre dientes.
-y tú-dije apuntando a Isaí- mañana empieza tu día, y espero que respetes.
Me fui hacia otro lado donde estaban Hellen y Leila. Mientras iba caminando escuche como estos dos hablaban de mí, solo me voltee y les dedique una mirada asesina, ellos al ver esto se quedaron tensos.
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La Vida Cambia
Teen FictionJaynnie es una chica de 14 años la cual permanece todos los días con sus amigos idiotas y sus dos hermanos. Entre estos aparece un emo y la vida le cambia a cada uno de ellos.