capítulo 1

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Annie:

─ ¿Quieres bailar? ─ Se me acerco un tipo extendiendo su mano, con intención que la tomara supongo.

─No, estoy bien.

─Ah, bueno.─ Y se alejó algo mosqueado.

¿Qué esperaba? Que le sonriera y saliera a bailar con él. Quiero decir, ni siquiera le conozco... ¿Por qué tendría que hacerlo? ¿Lastima?

Odio esto. No me gustan las fiestas. Si mi padre no me hubiera insistido tanto, estaría en mi departamento calentita, terminando el libro que empecé hace poco. Estoy sola en un rincón del concurrido lugar, parece que uno de los amigos de papá se jubiló y le celebraron una fiesta de despedida a lo grande.

Mi padre o mi jefe, el teniente Collins.

Es el jefe de la estación de policías de la ciudad, un gran detective. Yo apenas le sigo el ritmo y eso que empecé con esto de los "policías y ladrones" antes que él.

Antes, siendo sincera, no esperaba convertirme en policía. Siempre veía a mi padre muy ocupado y cansado por su trabajo, mi mamá por el contrario, cuidaba de mi y ella era muy diferente a mi padre, el era audaz, arriesgado y a veces no media las consecuencias de sus actos. Mi madre, era calmada muy linda con el resto de personas y realmente hermosa.
Mientras que mi padre era un detective en ascenso, ella acababa de graduarse en medicina.

Se conocieron en el hospital en el que trabajaba mi madre, mi papa fue con una herida de bala en el estómago. Al parecer era algo grave, así que tuvieron que internarlo. Entonces conoció a mi madre y el resto es historia.

La amaba mucho y de eso yo soy consciente. Él se rehusó al principio, cuando le dije que quería seguir sus pasos y ser como él. Por el contrario quería que fuese como mi madre, una doctora delicada y comprensiva.

Me parezco mucho a ella en el físico, o al menos es lo que dice mi padre, no soy alta, cosa que me molesta un poco, pero supongo que tengo la estatura media. Cabello castaño claro, ojos color azul  un poco más obscuros que los de mamá, que eran claros casi como el cielo, creó que mi piel también es más obscura que la de mamá.
Pero lo único que tengo de mi madre es su aspecto. El resto es de mi padre, supongo.

─Annie, sabes que estar mucho tiempo sentada perjudica a la salud. ─Me dijo mi papá.

─Pues, beber en exceso también perjudica la salud.

─Touché.

─Vamos papá, quiero irme a casa. ─ Dije mientras me levantaba del asiento.

─Solo trabajas y lees, tienes estrés acumulado chica. Deberías divertirte un poco. A tu edad yo me la pasaba festejando ¿sabes?

─Claro, como digas. ─ Bufé.

─Ven con el resto de personas sociables. Quiero presentarte a alguien.─ Dijo mientras rodeaba mi cuello con su brazo.

Salimos del salón y nos dirigimos al jardín principal. En él hay muchas personas sociables, tal y como él dijo. Personas hablando de su corte de cabello nuevo, de sus hijos, de que bajaron de peso o de su trabajo tal vez. Realmente no me interesa, desde que era pequeña mi papá siempre me recalca el hecho de que soy algo solitaria por así decirlo. Nunca lleve amigos a casa o nunca le pedí permiso para ir a una cita con algún chico.

Nos acercamos a un grupo en especial, al parecer es el amigo de papá que se jubiló, porque muchas personas alrededor de el dicen cosas como "te extrañaré" o "No será lo mismo sin ti"
Alado de él estaba una señora de cierta edad con una gran sonrisa, creo que es su esposa.
También había un chico algo atractivo cerca.
Mi padre saludo a su amigo con un apretón de manos, lo mismo con la esposa y con el chico joven. Yo salude solo con una sonrisa.

El Misterio Mas Dificil Es El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora