Nunca te olvides de mi (NIALL HORAN) |TERMINADA|

Capitulo 21.

— ¡Niall! —grité mientras me abalancé despistadamente a él.

—Hey, ven vamos... —dijo él, mientras me tomaba del brazo y me llevaba a... a no sé dónde.

— ¿A dónde vamos? —pregunté, mientras él seguía tomando mi brazo.

— ¿Confías en mí? —preguntó, mientras me frenaba delante de él.

Sentí como mi respiración se cortaba. Mis labios se secaron, y por un momento me perdí en sus ojos.

—Sí... —dije con la voz sumamente suave.

— ¡Muy bien! —sonrió y me siguió arrastrando a su lado.

Salimos de la casa por la parte trasera, y lentamente comenzamos a alejarnos de la misma. Por una parte sentí algo de miedo... cada vez nos estábamos alejando más y más, y nos acercábamos a un bosque. Pero por otro lado, me sentía bien porque iba junto a él.

Luego de una corta caminata, entre aquellos largos y grandes árboles, lentamente, Niall comenzó a desacelerar el paso, hasta que de una vez por todas frenó delante de una pequeña y oculta casa.

—Niall... ¿qué es este lugar?

—Emily, deja de hacer preguntas y entra.

Ambos entramos por un pequeño pasillo para llegar a la puerta de la casa.

Niall buscó en un pequeño escondite, las llaves del lugar. Abrió la puerta y entramos.

La casa era muy pequeña. Más que una casa, era como una habitación.

Lo primero que observé fue un gran televisor, y tres grandes sofás. La casa estaba llena de instrumentos como, guitarras criollas, eléctricas, una batería. Había cámaras para filmar, micrófonos. En sí, era como un pequeño estudio... más que un estudio, mi imaginé que era un lugar en donde practicaban los chicos o algo así.

— ¿Y este lugar? —pregunté, mientras que él se tiraba en uno de los sofás.

—A veces venimos con los chicos a practicar... Pero el que pasa más tiempo aquí soy yo... La mayor parte del tiempo compongo letras y las toco junto con la guitarra —murmuró con una gran sonrisa.

—Que bien —respondí, mientras me sentaba en frente de él. —A ver Niall James Horan... toca algo...

—De acuerdo Emily Baley... —vaciló por unos instantes, y me miró frunciendo el ceño. — ¿Tienes segundo nombre? —preguntó a continuación.

—Belén... —le sonreí.

Niall hizo una cara de asombro, y me miro por unos momentos.

— ¿No te gusta? —pregunté, algo decepcionada.

— ¡No, no es eso! ¡Claro que no! —dijo rápidamente.

— ¿Entonces?

—Es que...

Noté que dudaba en decírmelo.

— ¿Qué? —pregunté con curiosidad.

—Siempre pensé que el día que tuviera una hija querría que se llamase así... —dijo, con un tono de voz completamente suave.

Por un momento sentí un fuerte dolor en el pecho... pero no sabía por qué.

— ¿Estás bien? —preguntó, al ver que llevé mis manos hacia mis pechos y me hundí hacia adentro.

—No lo sé... —confesé. Sentí que comenzaba a faltarme el aire.

— ¡Emily! —Niall comenzó a alarmarse.

—Niall... — susurré.

—Oye ven aquí... —susurró, levantándose y ayudándome a sentarme a su lado.

Me abrazó y me apoyó en su pecho, fue así, que lentamente sentí que el dolor desaparecía.