Relaciones pasadas.

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Este capítulo va dedicado a Andreahopees, ¡ la mejor lectora de la historia! ♡♥♡♥♡♥

Después de que Zeque se haya ido, llamo a mi novio para informarle de esta situación asquerosa.
-¿Qué hago?- le pregunto a través del teléfono. Él suena enojado y preocupado al mismo tiempo.
-No vayas a la casa de ese idiota- me responde y casi puedo ver su ceño fruncido.
-Sí lo dejo plantado va a ser sospechoso Tobias- me explico- Además va a ser servir que me acerque a él, la idea fue de ustedes- digo saliendo del bar.
-Está bien, pero llámame- dice resoplando- Te quiero.
-También te quiero- me despido y subo a un taxi camino a casa de Zeque.
Al llegar a su blanca mansión, José, el guardia de noche que me conoce, me deja pasar con una cálida sonrisa. A medida que me acerco empiezo a escuchar una música electrónica. Este idiota de seguro me invitó a una fiesta, pienso. Cuando entro a la sala principal de altos techos y columnas doradas veo una bola de espejos (super cliché) y un montón de personas bailando pegándose la una a la otra.
Busco a Zeque entre la gente y encuentro a varios de mis compañeros de colegio pero no lo encuentro a él. Escucho un zorra a mi derecha y veo a Florencia, una virgen envidiosa de mi curso. Empiezo a caminar hacia el fondo donde hay sillones y una mesa llena de alcohol enfrente. Ahí está Zeque con un par de amigos que puedo recordar de alguna que otra fiesta. Me arreglo el pelo y camino hacia él, ellos voltean a verme.
-Hola Zeque- lo saludo desde arriba porque está sentado.
-Savanna, mi amor- dice levantándose y toma mi mano- viniste.
-Obvio que vine- Agh- Quería verte- digo pasando mi mano por su pecho lentamente.
Él me toma por la cintura y me susurra al oído: subí y espera en mi habitación. Así que obedezco y subo corriendo para buscar cosas que me sirvan. Cuando subo hay un pasillo largo y al final se encuentra la habitación de Zeque. Está oscuro pero una de las habitaciones tiene la puerta abierta y una luz amarillenta sale de ella con un poco de humo. Me acerco sigilosa y escucho voces de hombres hablando y ocasionalmente riendo.
-No te funcionó tu plan eh- dijo uno riendo. Me acerco más a la puerta.
-El plan era desestabilizarlos, eso ya está hecho- respondió una voz conocida.
-Te gustaba mucho esa mina cuando eras pendejo Hugo- comenta uno. Es Hugo, el tío de Zeque. Mi mamá tenía razón, fue él.
-Sí- dijo resoplando- pero eligió a ese inútil Carvajal antes que a mí. Todos rieron. Se me cae mi labial al piso y hace mucho ruido ya que es piso de madera. Mierda. No tengo más opción que entregarme, así que pongo cara de sorprendida y guardando mi labial levanto la cabeza asomandome a la puerta.
-Ah, hola señor Anchorena- digo lo más simpática y sexy a la vez que puedo ser. Los cuatro hombres que hay en la habitación me miran de arriba a abajo inspeccionando mi joven cuerpo. Viejos verde.
-Querida, justo estábamos hablando de tu pobre madre- dice Hugo simulando compasión-¿ Cómo se encuentra?.
-Mucho mejor señor- digo cruzando mis brazos para que mis senos se hinchen y muevo las caderas a un lado. Uno de ellos casi pierde los ojos.
-Sentate Savanna- dice Carlos y un mesero que estaba oculto trae una silla. Yo me siento. - ¿Qué pensas de toda esta situación?- me pregunta con sus profundos ojos azules.
-¿Se refiera a la situación ficticia de peleas entre nuestras familias? - pregunto inocente y él asiente- Creo que no debería haber razón para que crean eso, ya que ustedes y mi padre antes eran buenos amigos- digo pensando en lo que había dicho hacía un minuto sobre él y mi madre.
-Concuerdo- dice sonriendo- ¿Viniste a ver a Zeque querida?.
-Sí señor y si me permite, quisiera regresar a la fiesta- digo levantándome y los hombres se decepcionan por no haber podido tocarme quizá.
- Por favor, llámame Hugo- dice él con voz amarga y nos despedimos.
Voy a la habitación de Zeque y ahí me espera él sin remera, con el celular en la mano. Me acerco a él y me ve. Dios mio que asco, lo que hago por mi familia. Me empieza a besar el cuello mientras baja la mano a mi cola y la apreta. Él cierra la puerta y me tira sobre la cama. Tengo que pensar en algo para salirme de esta. Cuando besa mis labios empiezo a quejarme.
-¿Qué pasa Savanna?- me pregunta con mal humor.
-Quiero vomitar- digo y salgo corriendo al baño donde cierro la puerta. Veo un vaso, lo lleno de agua del lavabo y lo tiro en el inodoro acompañado de un hermoso sonido proveniente de mi boca, como de arcadas.
-Dios mío Savanna, estas arruinando mi baño- dice él desde afuera. Ojala pudiera arruinarlo de verdad. Abro la puerta limpiando mi boca y me abalnzo sobre él para besarle pero me aparta asqueado.
-José te va a llevar a tu casa hermosa- dice acariciando mi espalda y se marcha. Mi plan ha funcionado, así que voy hasta la entrada donde me espera el guardia con el Mercedes listo.
Cuando llego a mi casa, Noah y Tobias están viendo la televisión en la sala común pero cuando mi novio me ve, salta a abrazarme.
-¿Cómo te fue?- me pregunta besando mi frente.
-Hugo fue el que envenenó a mamá- digo mirando mi hermano- y también estaba o esta enamorado de ella.
-Vamos a dormir amor- me dice Tobias y veo que Noah no dice nada.
Cuando estamos en mi habitación, nos metemos a la cama en ropa interior y nos abrazamos rozando nuestras narices.
-Tobias, estoy preocupada- digo acurrucandome en su pecho y él me acaricia el pelo suavemente.
-No tenes porqué, no es tu problema, es de tus padres- me dice sereno.
-No quiero que me saquen las cosas que quiero.
-Sí me queres, soy una cosa y una cosa con vida y un corazón y ese corazón no había conocido la felicidad hasta que te tuvo entre sus venas- dice Tobias mirándome a los ojos y me doy cuenta que quererlo me asusta más que nada en este mundo, porque soy suya y al parecer él es mío.

Como ser una zorra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora