29 - Escape.

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Narra Jane:

Me encontraba recostada en mi cama luego de que ese horrible viernes terminara. No podía dormirme.

Volví a fijar la hora en mi celular.

2:47 am.

Eran prácticamente las tres de la mañana.

-Vamos duerme un rato Jane.- Me dije a mi misma.

Detuve mis pensamientos cuando se escuchó como una pequeña roca golpeaba contra mi ventana.

Eso era extraño. No tenía miedo ya que estaba en el segundo piso y si alguien rompía la ventana seguiría sin poder entrar.

Pero evitaría las ventanas rotas al máximo.

Me acerqué a la ventana y corrí la cortina. Era un chico. Un chico que había estado casi una semana sin ver.

Abrí la ventana y grité por lo bajo:
-¿Qué haces aquí Quinn? Duerme un rato.-

- No perdía nada en intentarlo.- Dijo encogiendo sus hombros.

- ¿Intentar qué? ¿Por que viniste?- Dije en busca de información.

- Digamos que yo tampoco podía dormir, entonces se me ocurrió llevarte a un lugar.

- ¿Cómo sabes que no podía dormir? - Dije pero al darme cuenta de que eso no era del todo importante reformule. - ¿Qué lugar? ¿Dónde me quieres llevar?

- No lo sé, solo quería verte Jane. Por favooooooooor.-

-Sigo castigada y no creo que les agrade que salga a las tres de la mañana.

-Pero nos dijiste que hoy terminaba el castigo.- Insistió.

- Pero si voy contigo me van a  castigar por un año más.- Justifiqué.

- No tienen por qué enterarse. Vamos preciosa, sólo esta noche. Escapa junto a mí. Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor.-

- Deja de hablar o te tiro un peluche.- Amenacé. De inmediato, Kellin paro de hablar.- Voy a bajar.- Dije y una sonrisa se deslizó por los labios de Quinn.

Estaba por salir de mi habitación cuando escuché como me llamaba otra vez. Cansada, me acerqué a la ventana nuevamente.

- Si te escapas por la puerta principal te descubrirán.- Justificó.

Eso era cierto puede ser que esta sea prácticamente una mansión pero eso no impide que las puertas sean viejas y rechinen un poco.

- Baja por aquí Summers. ¿O acaso eres gallina?- Atacó.

-Cállate. - Dije.

Iba a bajar por la ventana cuando me di cuenta de mi aspecto. Estaba en pijama. Un muy lindo pijama que consistía en una vieja remera larga que me que me quedaba grande. No sabía a quién había pertenecido, aunque era claro que fue de un hombre. Sólo la encontré un día y desde ahí me la quede. Tenía un short pero era demasiado corto. La remera lo tapaba. En conjunto con ese espectacular pijama tenia mi pelo mal atado en una simple cola de caballo.

Me sonroje de inmediato porque Kellin me había visto así.

- Ya voy. Espera cinco minutos.- Sin esperar su respuesta, corrí hasta el armario. Tome unos jeans rotos y una remera toda negra. Tomé un abrigo y unos guantes y mi gorro favorito.

Hacia frío. Me estaba congelando y ni siquiera había salido. Recuerdenle a su sentido común que no las haga dormir en pijama corto en invierno y pijama largo en verano. Igual creo que eso solo me pasaba a mí.

Me volví a acercar a la ventana. Miré el piso y miré a Kellin. Había una distancia de alrededor de tres metros. En ese momento estaba teniendo una pelea con migo misma.

¿Jane Summers estás segura de que quieres morir así? ¿De una forma tan estúpida? "Ella quería escaparse por la ventana pero se cayó y murió".

¿Jane Summers dejarás que Quinn te diga gallina? ¿Perderás tu orgullo? "La viene a buscar para que se escapara conmigo pero no se ánimo a saltar, gallina".

Si, definitivamente la segunda era peor.

Me acerqué a la ventana. - No mires abajo, no mires abajo, no mires abajo, no mires abajo.- Repetía mi conciencia.

Miré hacia abajo y el miedo no tardó en apoderarse de mí. En esa casa no había enredaderas para que pudiese bajar como en las películas y libros.

-¡Qué no mires abajo!

-¡Que te calles, me pones nerviosa!-

Miré hacia los costados. A mi derecha estaba la habitación de Annie que tenía una clase de balcón y había uno igual abajo. Era perfecto.

Salí de mi habitación y corrí hasta la habitación de mi hermana. Toque la puerta repetidas veces y esperé. Un monstruo horrible abrió la puerta.

-¿Quién eres? Y ¿Qué hiciste con Annie, monstruo horrible?-

La cosa se rasco la cabeza.- Mmmnnn, soy yo ¿Qué haces aquí?- Si bien me decía que era mi hermana, no le creí. Pero no insistí tampoco. Quinn se estaba congelando.

-¿Puedo usar tu ventana?

- Solo dejame dormir.

Abrí su ventana y la cerré tan rápido como pude, si no lo hacía su habitación se volvería un congelador.

Estaba en el balcón, bien.  Sólo tenía que bajar, que era un poco más complicado.

Pasé un pie por la baranda y luego el otro hasta quedar sentada en el borde. Afortunadamente el de abajo era un poco mas grande que el de la habitación de Annie. Estiré mis pies y al ver que no llegaban a tocar el borde del otro balcón, pegué un pequeño salto. Cuando estuve parada sobre el borde del segundo balcón, comencé a girar sobre mi misma. Cuando estuve a salvo en el segundo balcón  solté un suspiro. Pasé un pie por la baranda. Luego el otro. Solo era un metro y medio. Sin pensarlo dos veces salté.

Cualquiera pudo haber salido ileso, pero yo no era cualquiera. Si bien aterrice perfecto (para ser yo) no tarde ni un segundo en caer al suelo.

Esto no era como las películas que sólo te ilusionan dónde el chico atrapa a la chica entre sus brazos antes de que su cuerpo pueda chocar contra el piso y sus rostros quedan a centímetros.

No, esta escena no se parecía en nada.

Yo estaba en el piso y Kellin se entraba riendo de mí y de mi torpeza.

-Quinn, ya deja de reír. Se suponía que tu debías atraparme.- Le dije haciendo que pare de reír.

-Lo siento, no estoy acostumbrado a llamar a la ventana de chicas a las tres de la mañana para que se escape conmigo. Tampoco sabía que había reglas.- Me dijo a la defensiva.

- Cállate y vámonos de aquí tonto.






Xx musicmyeverything xX.

Different - Kellin Quinn - PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora