Nunca expreses tus sentimientos a una persona. Puede jugarte una mala pasada. Ya ves. Tan mala que esa persona pase de ti o no volváis a hablar. Y todo eso te puede dejar un dolor tan grande que te deja un vacío enorme. Y ese vacío, sólo lo puede llenar él. La persona por la que arriesgaste y soltaste tu gran secreto. Hay que ser lo bastante valiente para hacerlo. No lo hace cualquiera. Pero lo que siempre se dice "El asesino siempre vuelve al lugar del crimen". Que si vuelve. Tantas veces como nunca lo esperas. Lo mejor es que cuando él vuelve, el vacío desaparece. Se llena con las risas que te saca. Con los sentimientos que nadie más te ha hecho sentir. Ese temblor que no es producido por el frío, si no, por él. Ya ves. Pero la triste historia es que de un día para otro, desaparece. Como un fantasma. Y piensas que hubiera sido mejor no haberlo conocido, o no haberle contado todas tus penas. Y es que noviembre siempre va a ser triste si viene proponiendo guerras. Espero, que algún día se de cuenta del daño que ha causado. De todos los desastres que ha provocado. Del vacío que ha dejado, y el que no se va a volver a llenar. No sé, pero te recordaré como el chico que desordenaba todos mis planes, por el que me quitó los miedos y por ser el que me sacó del fondo y me llevó al cielo con solo una sonrisa. Te quise tanto.
Atentamente, nunca tuya.
