Las luces se apagaron y pudo descansar por fin. Todavía se podían escuchar los gritos de los fans pidiendo una canción más pero, Kyungsoo había forzado tanto su garganta en la última canción que ya no podía casi ni hablar.
Alguien le pasó una toalla para que se secara el sudor y, así lo hizo mientras se dirigía a su camerino.
A Kyungsoo, todavía le quedaban cuatro conciertos más por Corea y, no estaba seguro de que su garganta lo resistiera. El frio en Enero era gélido y, nada impedía que entrara en el cuerpo sin pudor. Ni los saltos, ni las delgadas prendas que vestía podían resguardar la garganta del joven cantante esa época del año. Y así era como, cada vez que terminaba sus conciertos tenía que vivir a base de bebidas calientes para que el frío saliera de sus huesos y su garganta resistiera un día más.
—Alguien se ha dejado un cuaderno en la entrada, ¿se le habrá caído? —escuchó como uno de los seguritas le decía al otro, sosteniendo un pequeño libro de tapa marrón.
—No creo que encontremos a su dueño -respondió la otra persona—. Mejor vamos a ver que hay dentro.
Una de las cosas que más odiaba Kyungsoo, aparte de los días de invierno, era a las personas cotillas y, él era el peor cotilla del mundo pero era un secreto que no dejaba ver a los demás. Por eso, se dio la vuelta y le quitó el cuaderno de las manos al corpulento hombre, luego hizo una reverencia y se disculpó murmurando que encontraría al dueño de aquel objeto.
El pequeño cuaderno fue a parar a su bolso, con todas sus demás pertenencias y poco después se olvidó de dejarlo en objetos perdidos. Por tanto, el pequeño cuaderno viajo con él, escondido entre sus cosas, hasta su apartamento.
Arrastrando los pies se adentró en casa y con paciencia calentó agua para tomar té metido entre las sábanas de su cama.
La calefacción estaba puesta al máximo, y Kyungsoo se fue quedando poco a poco dormido pero, antes de poder conciliar el sueño completamente, su teléfono anunció un mensaje entrante.
"Un chico volvió al estadio para buscar su diario, los de seguridad dijeron que te lo llevaste tú. El chico vendrá mañana a la empresa por él. No se te olvide traerlo."
Kyungsoo leyó con atención el mensaje de su agente y, se acordó que el cuaderno todavía estaba entre sus cosas.
Sin demorar mucho, rebuscó en su bolso y sacó el cuaderno marrón que había rescatado de los seguritas cotillas. Sin embargo, ahora que sabía que era un diario y seguramente de uno de sus fan, no se re resistió a echar una ojeada. Después de todo, su fan le podría perdonar esa pequeña intromisión, ¿no?
Con mucho cuidado de no estropear nada, para evitar ser pillado luego por lo que estaba haciendo, abrió el cuaderno. En la primera página había un dibujo de un árbol, con tonalidades moradas y azuladas y con una bonita letra –según él–, estaba escrito lo siguiente: "Propiedad de Chanyeol, no abrir."
El mensaje le hizo gracia. Claro y conciso. Sin embargo, Kyungsoo no lo iba a respetar pues, pasó a la siguiente página esperando encontrar algo interesante que leer.
"2012, 8 de Abril
Hoy he conocido a alguien que ha hecho palpitar mi corazón por primera vez. Su voz es como la de un ángel, sin embargo, muchos dicen que solo es un niño más que solo canta para vender, una máquina de la industria. Pero yo sé que Kyungsoo es distinto, él es especial."
El joven cantante se sorprendió de que aquel chico llamado Chanyeol fuera fan suyo desde su debut y que, después de casi cuatro años, lo siguiera siendo.
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Diario de un fan [CHANSOO]
FanfictionDespués de un concierto, Kyungsoo ve un diario y no se resiste a leerlo. Dentro descubre como un chico tiene fantasías con él.