Creepypastas

Don't look at me

Kim Castle no era una chica muy especial. Era callada, solitaria y tenía notas regulares, parecía que su vida era una continúa película con las mismas escenas.

Pero había algo, más bien alguien que hacia su corazón latir con mas fuerza y que sus labios dibujarán una sonrisa, su nombre era Peter.

Pero Peter era muy diferente a ella, era sociable, siempre sonría, era un muchacho pelirrojo muy alto y agradable.

En cambio, Kim era baja de estatura, pasada de peso, su cabello era oscuro y abundante y sus ojos eran de un gris apagado.

Pero eso no cambiaba la forma de pensar de Kim, era juraba que en algún momento de sus vidas ellos iban a estar juntos, se amarían con locura. Ella pensaba que lo que es de uno se le guarda.

Y lo que más la llamaba de Peter era su cabello, un rojo intenso. Como su amor hacia él.

Tan intenso llego a ser su cariño que comenzó a seguirlo, al principio del colegio a casa, de ahí empezó a seguirlo cuando salía con sus amigos. Y de ahí... de ahí a verlo dormir unos minutos y después irse a casa.

Pero ella lo hacía por amor.
Para cuidarlo.

Ella no podía imaginarse una vida sin su amado pelirrojo.

Sin embargo, un día como cualquiera en los que ella lo seguía, algo era diferente. Peter fue rodeado por un grupo de muchachos con muy mala pinta.

Y ellos llevaban navajas.

Eran unos cinco, que amenazaban a su amado, le decían que le diera el dinero y todo lo de valor si no quería ser lastimado.

"Oh no, hace dos días su madre le regaló ese precioso anillo" piensa Kim asustada, escondida detrás de un muro.

-Por favor, no hagan esto.- les pide Peter. Los hombres lo ignoran y me sacan el dinero que llevaba encima.

Uno de ellos se fija en el anillo en su dedo, parecía costoso.

-Dame el anillo.- demanda. Peter se niega. Ellos insisten, pero Peter, ya cansado, ve una esperanza y golpea a uno de ellos, después corre, en un intento de escapar.

Pero no fue lo suficientemente rápido, uno de los hombres lo alcanza y le clava su cuchillo en el pecho.

La sangre comienza a brotar.

Los ojos se Kim se abren como platos. Peter... Mi querido Peter.

-¡NO!- se oye un grito desgarrador desde las sombras detrás del muro, que atrae la atención de los criminales.

Los ojos de Peter ya no poseen ese brillo... Pero alcanzo a ver a Kim salir de las sombras.

-¡Bastardos!- gruñe. Todo lo que calmaba su mente de los insultos por su peso, las miradas juzgadoras y los comentarios había muerto. Había muerto con Peter.

Sus ojos ahora poseían una oscuridad que notaría cualquier quisquilloso, pero ellos no, ellos no eran así.

Sólo veían a una chiquilla enojada.

Las risas surgen tan rápido como la sangre de Peter se derramó.

Kim se acerca rápidamente al cuerpo de Peter, las lágrimas caen sin que Kim pretenda soltarlas.

-¡Mi amado!- grita -¡Mi Peter!

Las risas aumentan.

-Veamos que tiene esta gorda.- propone uno, acercándose a ellos.

-No se atrevan a tocarnos.- gruñe. "Vamos, Kim. Vamos, ellos te quitaron lo que más amabas. No merecen ser felices, no merecen nada. Nadie, nunca." Habla una voz dentro de su mente.

Pasa sus dedos por el mango de y de golpe lo saca del cuerpo de Peter.

Antes de que caiga en cuenta de lo que pasa, Kim clava el cuchillo en la garganta del mas cercano, y tan rápido como lo impacto, lo saca del cuerpo. La sangre se derrama por todos lados.

El resto esta en shock, y rápidamente, Kim clava el cuchillo en la frente de uno, haciendo que caiga también de frente. Lo saca.

Rápidamente se lanza encima de otro con el cuchillo del anterior en la mano y clava ambos en sus ojos.
El criminal aúlla.

El sobrante le da una patada en la nuca, era el único que no poseía arma. Pero Kim parece no sentir, se recupera rápidamente del golpe y se vuelve hacia él, sus sonrisa se ensancha y de repente ríe.

-¡No te me acerques! ¡Maldita cerda!- grita, escupiendole. Kim se pasa el dorso de la mano por la mejilla y se limpia la saliva, aún riendo.

-No me mires entonces- gruñe -¡No me mires!

Kim se abalanza sobre el muchacho y clava un cuchillo en la garganta del chico, y con el otro lo ocupa en sacarle los ojos para después pisarlos.

Kim mira su ropa cubierta de sangre, es roja como el cabello de Peter. Ella sonríe y se empapa el cabello con la sangre de los muertos. Rojo como el de él.

Agarra dos cuchillos y se marcha, va a casa y sus padres ya estaban dormidos. Se cambia de ropa a un vestido negro y a unas medias rojas igual que sus zapatillas.

Nadie volvió a verla.

Recorte extraído del periódico:

Múltiples homicidios se han reportado últimamente, se cree que se trata de un asesino en serie.

Se cree que el primer homicidio fue a una pandilla. El único sobreviviente cuenta como la asesina mato a sus compañeros después de que ellos mataron a un muchacho que también fue encontrado.

El sobreviviente quedo ciego pero cuenta con detalle como es la asesina. Y al parecer no ha cambiado su manera de matar.

Rápida y silenciosamente los ejecuta en las noches. Testigos han reportado que ahora es una chica delgada y espeluznante.

Y todos reportan lo mismo: arranca los ojos y baña su cabello en la sangre mientras susurra con una voz gutural "No me mires".