Catorce: Perdida

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3 semanas después.

Narra Leanne.

Tres semanas... tres rápidas e increíbles semanas. ¿Cómo resumirlas?

Faltaban tan solo quince días para el festival, y estaba más que lista, no sentía pánico escénico ni ningún tipo de inseguridad, al contrario, confiaba plenamente en mí misma.

No era para nada la chica de dos meses atrás, y eso se notaba. Megan no había vuelto a meterse conmigo, y dos semanas atrás, cuando lo había tratado de hacer, la había puesto en su lugar, asombrándome a mí misma.

Me sentía más bonita, me arreglaba más a la hora de salir, era más sociable... menos tímida.

Tampoco es como si fuese a ir a beber como una desquiciada en un bar un día de estos, seguía siendo yo misma, pero una versión mejorada.

E increíblemente, todo gracias a Ignazio.

¡Dios! Lo quería muchísimo, se había convertido en una parte fundamental de mi día a día, éramos más cercanos que nunca, pero aún... aún eso no pasaba. Y no estaba apurada, deseaba que las cosas surgieran cuando tuviesen que hacerlo. Estaba tranquila, porque me había dado cuenta de que él también me quería.

Pasábamos mucho tiempo con Piero y Valerie, los veía casi a diario, y debo decir que eran adorables... como la perfecta pareja de novela.

Mi confianza con Piero había crecido, ya lo consideraba mi amigo y no solo un amigo de Ignazio, bromeaba mucho conmigo y yo con él, era divertido.

Y en cuanto a Valerie, sentía que ella en un mes, había logrado ser mejor amiga de lo que había sido Megan en dos años.

Aún no me sentía preparada para abrirme con ella y contarle mis cosas como lo harías con tu mejor amiga, pero pasábamos mucho tiempo juntas, y si todo resultaba, pronto habría la suficiente confianza.

Mi celular sonó, me levanté de la cama y contesté, era Val.

-¡Lea! Buenos días, floja, ¿Recién te levantas?

-Sí -respondí con voz adormilada.

-¡Pero son las 11!

-¿Qué quieres que haga? Hoy no hay clases, debía aprovechar.

Ella rió. -Como sea, ¿Quieres ir de compras hoy? Necesito comprar algunas cosas y es aburrido ir sola.

-Le preguntaré a mamá y te aviso, ¿Sí?

-Bueno, bye -canturreó la última palabra.

-Adiós.

Me cambié el pijama, me cepillé los dientes y bajé, mamá estaba en la cocina, con expresión nerviosa.

-Buenos dí... -me interrumpí al verla- ¿Pasa algo?

Lo disimuló con rapidez, como solía hacerlo, aquello realmente me tenía nerviosa ya.

-No, no. Buenos días cariño -besó mi mejilla- ¿Vas a desayunar?

Asentí. Ella me sirvió un plato de cereal con leche, lo cual me sorprendió, ya que yo solía prepararme mi desayuno.

-Gracias -dije un tanto sorprendida. -Quería preguntarte si puedo ir de compras con Val esta tarde.

Pareció emocionarse. -Claro que puedes, es más, te daré dinero, quiero que te compres algo lindo.

-¿Te sientes bien?

-Sí, totalmente. Es solo que ya que al parecer las faldas y vestidos que te he comprado no te gustan mucho... me gustaría que te compres algunos tú, vístete más femenina... además, necesitas sí o sí un vestido para el festival.

Paura D'Amare [Ignazio Boschetto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora