La hora de la verdad

147 17 0
                                    

Caminando con los ojos cubiertos hacia la casa, me senti como un autentico ciego, tanto que trate de agudizar mis otros sentidos, tanto el oido, como el tacto y el olfato, lastima que no resulto tan bien, acabe confundiendo olores, oir cosas y confundirlas con otras que no tenían nada que ver, también acabe tocando cosas que no debía, y más de una cachetada se hizo presente, solo que no se si de alguna chica, de Ana, o de ambas.

-Mi cara me duele mucho Ana-

-Eso te pasa por tocar a otras mujeres John-

-No puedo ver y no se que pasa a mi alrededor-

-Esa no es excusa idiota-

-P-Pero...-

-Pero nada, ademas, ya llegamos, ya puedes volver a ver-

Cuando me destapo los ojos, por breves momentos la luz me cego, puse mi mano para cubrir la luz el sol para ver si de esta forma lograra eliminar algo de iluminación, Ana se adelanto y abrio la puerta con su copia de la llave, todos entramos de uno en uno, la casa no es muy grande, ni muy pequeña, es perfecta para dos personas, un comedor, una sala pequeña, un buen televisor, una cocina, un cuarto, y dos baños, nada mal.

-Bonita casa John, se nota que el esfuerzo valio la pena-

-Gracias Ruben, no fue tan dificil, solo destruir un bunquer infestado de mil zombies-

-Solamente eso- dijo Jorge dandome un pequeño golpe, seguido de esto fue a tomar asiento en un sofa de la sala

-¿Quien tiene hambre?- comento Alondra mientras revisaba mi refrigerador.

Y como negarnos a comer algo echo por ella, cocina muy bien, todos juntos encoramos un grito de alegria, Ana fue a darle apoyo con la comida, mientras Lorena se llevava a Angel al cuarto para tratar su herida.

-¿Por que te la llevas? ¿Que le planeas hacer eh?-

-Callate Jorge, prefiero curarla en privado, a dejarla cerca de tres pervertidos de mas de 20 años, asi que adios...¡Ah! Y si a cualquiera se le ocurre espiar ¡Le corto la hombria!-

La cara de jorge cambio a una de miedo extremo.

-V-vale, vale, solo no te enojes-

Ruben y yo comenzamos a carcajearnos, ver su cara en ese momento era para tomarle una foto, el resto del tiempo paso normal, mientras Alondra y Ana cocinaban, los chicos y yo jugabamos un videojuego que me robe de por ahi.

-¡Jajaja! Te volvi a ganar John-

-Eso es injusto, yo no tenia tiempo para esto, yo tenia entrenamientos militares antes de todo esto, flojo-

-Di lo que quieras envidioso-

-Mira ca...- fui cortado por la voz de Alondra dando el llamado a comer, luego lo pondre en su lugar-

Todos nos sentamos en el comedor, pero uno debia quedarse parado, y por obvias razones, y la mirada de furia de Ana, yo me quede de pie, comenzamos a comer y a charlar, al cabo de unos minutos Lorena y Angel bajaban a comer, y esta ves, Ruben y Jorge debieron ceder el asiento.

-John, necesitamos hablar de algo muy importante-

-¿Que pasa Lorena?-

-Es una sorpresa que Ana te tiene preparada pe...- en ese momento alguien toco a la puerta y tuve que ir a revisar.

No era más que un niño con un mensaje para mi, debia irme ya, al parecer los planes se adelantaron de tres dias, a cinco horas, subi rápido a mi habitación para ponerme ropa apropiada, Ana entro y me dio una bolsa negra.

La vida que me toco llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora