Editado: 08/09/24
_______________________________________Taemin mordió su labio inferior, tomar clases realmente era imposible cuando Minho era su maestro. Él se comportaba tan serio, tan en su papel de maestro, que por momentos Taemin creía que Minho realmente sólo era su maestro y ya, sin más ni menos. Entonces, hubo un específico momento, donde su mirada intersectó la del mayor. Por fin Taemin fue capaz de poder ver en esos ojos, entender incluso que, Minho sentía la misma excitación con esa sensación de prohibido que había entre ambos. Se trataba de fingir, y de este modo logró también apegarse a ese papel de niño bueno, interesado en la clase, y no en el maestro.
La clase terminó, Taemin salió del salón, tan apegado a su papel, pero escondiendo esa risilla secreta en la comisura de sus labios. Debía, quería, y tenía que preguntarle a Minho si estaba bien sentir tanto placer al ocultar algo de los demás. Nunca antes había sido tan privado con una de sus relaciones. No lo comprendía, simplemente era nuevo, pero mientras fuera algo mutuo, no debía ser tan malo, ¿o sí?
Cada clase, un poco más cerca del final día y de volver a estar con ese ser que empezaba a querer de una manera tan profunda, que jamás había experimentado. Esperaría hasta que todos los alumnos dejaran las instalaciones, ya que debían de ser sumamente cuidadosos.
Caminó, moviendo su cabeza de un lado a otro ligeramente, tarareando alguna cancioncilla que debió escuchar en la calle, porque no identificaba de dónde la había escuchado. Ahí estaba, ese salón donde siempre se encontraba con su querido profesor. Se sentía particularmente extraño, más alegre y... Bueno, últimamente también entendía que a Minho le pasaban ciertas cosas cuando estaban juntos.Rio suavemente entrando al salón, mientras se daba cuenta que Minho estaba quizás algo desesperado por su tardanza. Hizo una mueca, coqueteando ligeramente al momento de dejar sus cosas a un lado y acercarse a su novio.
La palabra novio aún le hacía cosquillas en el vientre.
—¿Qué pretendes, Taemin ah?— Minho entrecerró sus ojos, observando atentamente al menor.
—Yo sólo quería ser precavido—. Tenía ese tono de voz donde aceptaba que era una excusa tonta.
—Precavido, ¿eh?— Minho alzó una ceja. —Ven acá,— le llamó, abriendo sus brazos para poder tomarle en cuanto se acercara.
Taemin rio de manera tonta; Minho era más que bueno para con él. Se acercó, dejándose envolver por esos brazos que le daban esa sensación tan tranquila de todo estar bien. Escondió su rostro en el cuello del mayor, mientras que Minho se recargaba ligeramente en el escritorio, para poder tener por más tiempo al chico entre sus brazos. Taemin murmuró algo que Minho no alcanzó a comprender, después agitó su rostro y sonrió.
Con un simple movimiento, Minho tomó a Taemin por el rostro y le obligó a mirar hacia arriba, así pudo chocar sus labios con aquellos de color rosa. Sólo roces realmente, Taemin no se estaba dejando tan fácilmente, queriendo jugar a desesperarle. El mayor le soltó, mirándole con ojos inquisidores.
—¿Qué pasa, Taemin?— Volvió a preguntar. —¿No quieres que te bese?
Taemin sonrió malicioso, de inmediato negando con la cabeza. Estaba siendo travieso, de cierto modo era porque no sabía cómo abordar ese tema con Minho.
—¿Ahora no piensas hablar, eh?— Minho exhalo, sin saber si encontrar divertido o desesperante el juego de Taemin. Así que pensaría en ambas opciones. —¿Te hice algo y me estás castigando?
El menor volvió a negarse.
—Ya le dije, debemos ser precavidos—. Infló sus mejillas haciendo un mohín.
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Ojos Bonitos
Ficção GeralTodos sabemos que la relación entre maestro-estudiante no debe pasar de eso, pero ¿qué pasa cuando te enamoras de tu estudiante? Choi Minho se ha enamorado de Lee Taemin, a quien le da clases de historia. ¿Qué tendrá que hacer para que el chico le c...