Capítulo 7

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        Abro los ojos con mucho esfuerzo ya que quiero seguir durmiendo ¿Qué persona en su sano juicio le gusta despertar a las 6:00 AM?, aun estoy en mi cama, al menos no me volví a caer de ella "otra vez". Luego de hacer mis necesidades, busque mi uniforme y me lo puse, como mi primo se estaba quedando un par de días, antes de irme decidí colocar un pequeño candado en el enchufe de la PlayStation 3 y de la laptop, esto demuestra lo mucho que lo quiero...bueno, quizás mentí un poco....Bueno tal vez mucho... el punto es que no me llevo bien con mi primo.

      Hoy a primera hora nos toca contabilidad, la profesora siempre nos deja hablar durante toda la hora. Ella tiene de sobrenombre Copito de Nieve por su pelo ya que es habitual que mis compañeros le coloquen un sobrenombre a la personas con algún rasgo que sobresalga mucho. Mientras iba al liceo en el camino vi a un hombre en su carro el cual no se movía; Su mirada estaba fija en una muchacha que iba pasando. Los otros carros hicieron sonar sus cornetas para que se moviera y eso consiguió hacer que el hombre arrancara y se fuera. Yo seguí mi camino, pero mi mirada fue directo a la joven que aquel hombre se había quedado mirando y eso provoco que casi cayera. Ella era hermosa, destacaba por su tono pelirrojo que le caía más abajo de su trasero, tenía unas curvas muy delgadas que hacía que su movimiento de caderas fuera hipnotizante y sus ojos para completar eran de un verde claro, lastimosamente ella es uno de esos amores que uno ve en la calle y luego no sabe más sobre ellos.

     Al llegar al liceo, entro junto con Nataly.

—¿Como estas?— Ahora que la detallo mejor, tiene unos labios muy delicados, pero a la vez tentadores, su cara tiene pecas lo que hace que resalten mas sus ojos que tanto me encantan, tiene unas curvas muy delicadas las cuales hacen que su cuerpo parezca el de una mujer de veinte años o más.

—Bien, gracias por preguntar ¿Dylan te gusta jugar Play?— No pude evitar sonreír ante su pregunta, no dudo en que nos llevaremos bien.

—¡Claro! ¿tu juegas?

Narra Nataly

—A veces, cuando mi hermano no está jugando— Este chico me encanta, no es como los otros varones que he conocido, hay algo en el que me hace sentir cómoda y tranquila.

—Es raro ver a una chica que le guste jugar y aparte que se muy bella— Trate de no ponerme como tomate por su comentario, pero fue en vano, para que no me viera la cara me la tape con la pollina y así no viera que me sonroje, coño esto no me había pasado antes— ¿Estás bien?

—Ehhh... sii...estoy bi..en— Apenas y puedo hablar, ¿Qué me pasa?— Dylan hablamos luego, tengo que hacer algo— Le dije eso mientras caminaba, más bien parecía que iba corriendo.

      Ya había llegado al tercer piso, así que me podía relajar y seguir subiendo hasta el salón, mientras subía no pude evitar sentir las miradas de otros varones en mí y para rematar uno me dio una nalgada.

—Bebe, no te pongas roja antes de tiempo que todos saben que quieres pasar una noche conmigo—Estaba roja pero de rabia.

—Óyeme pedazo de mier...— No pude terminar de hablar ya que alguien se metió en medio de ambos.

—Daniel, déjala en paz si sabes lo que te conviene—Tras la interrupción de Dylan, el otro se fue—. ¿Estás bien?

—Me se defender, eso no era necesario— Me miraba fijamente mientras una sonrisa se iba formando en su cara—¿Qué es tan gracioso?

—Hace poco saliste casi corriendo de mi y hace un momento le querías pegar a él—Idiota— No tenía idea de que también decías palabrotas— Hay no, ahora sí estoy perdida, ya no me vera lindo—.Tranquila no por eso, me dejaras de parecer bella.

Mi Primer AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora