Fue un fatídico 25 de diciembre,
la familia cantaba alegre,
reían y reían a los chistes de una hermosa niña,
que con batas y mantas se disfrazaba,
y con sus primos interpretaba,
obras de ilusión y esperanza.
Fue aquella fatídica navidad,
que el abuelo se empezó a sentir mal,
era una rutina,
las habían empezado ha llamar sus propias vacaciones de Navidad,
no se esperaban lo que la madrugada les tenía guardada.
Todo se volvió frío y sombrío,
y la niña de las risas no quiso visitar a su abuelo la mañana de navidad,
prefería jugar con su prima,
a mundos imaginarios,
imaginarse a ella de mayor,
con 20 años,
un precioso hombre a su lado,
y una vida mejor.
Ilusa niña,
que prometió ir la mañana de San Esteban,
cuando todo estuviera mejor.
Risueña niña,
a la que su abuelo pidió,
una ración de churros con chocolate,
y quizás un beso para que se pusiera mejor.
Pobre niña,
que aquella madrugada soñó que se ahogaba en el mar,
que se ahogaba sin razón.
Y esa madrugada la niña se ahogó,
entre lágrimas y golpes,
culpas y reproches,
y una cuenta pendiente.
Churros con chocolate para aquel hombre que tanto amó.
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Nos volveremos a ver. { II }
PoesíaSegundo poemario. "Pretendo describirte en un papel y no consigo nada, sólo palabras inconclusas, Una nada que rellena de tinta se convierte en todo" La poesía me da vida y me la quita de la misma manera, Me gusta escribirla sin planificarla. Sana y...