Entre en estado de shock al escuchar que me toca hacer el trabajo con Tyler Ross, eso significa que irá a mi casa ¡Oh, por Dios! Aunque lo detesto, no puedo evitar sentirme un poco emocionada por eso.
Me mantuve callada todo lo que restaba de clases. Al sonar el timbre fui la primera en salir. Las chicas me hablaban pero no les prestaba atención, todavía procesaba la idea de que Tyler Ross iría a mi casa.
Llegamos a la cafetería y todos me miraron, como siempre.... ¿Acaso tengo algo en la cara?
- ¡Emma! - Me gritó Jessie
- ¡Ah! ¿Que paso? - Pregunté algo nerviosa y aturdida por el grito.
- Desde que salimos de clases has estado actuando raro, como ida del universo. - Dijo preocupada.
- Es cierto, Emma - Valentina se detuvo frente a mi - ¿Ocurre algo?
- No... Bueno, si - Admiti - Es que no puedo creer que Tyler Ross vaya a... - Me interrumpió una voz masculina.
- Oye, tu, chica.
Me di la vuelta extrañada junto a Valentina y Jessie. Es nada más y nada menos que Ross.
- Tu... Amm... - Lo interrumpi lo más calmada posible.
- Emma - Dije.
- ¡Emma!, cierto. Haz el trabajo y si sacamos buena calificación te pagaré... Tal vez con dinero... O quizás con algo más - Dijo con una sonrisa pícara, acercándose a mi.
Abrí los ojos de par en par y me aleje de él, asqueada.
- Disculpa ¿Quien te crees que eres? No, mejor dicho ¿Quien te crees que soy? ¡Estas muy equivocado, no pienso hacer el trabajo yo sola, vas a ir a mi casa y haremos el trabajo juntos! ¡¿Te quedo claro?!
Este y sus amigos quedaron sorprendidos ante mi comportamiento, seguro creía que me lanzaria a sus brazos o algo parecido. Pues no, Emma Crow no hace eso, no soy cualquiera.
Abrió la boca para hablar pero no dijo nada. Entonces suspiro al escuchar una voz chillona.
- Bebé, ¿Puedes venir? - Reconozco esa voz donde sea, es la Reina de las putas, Ashley Monroe.
Tyler rodó los ojos fastidiado y me miró nuevamente.
- Dime a qué hora debo ir - Dijo cansado.
- ¡Tyler Ross, que vengas, joder! - Grito Ashley.
-Despues de clases - Dije cruzandome de brazos con una sonrisa victoriosa
Sin decir nada más nos dimos la vuelta para llegar a nuestras mesas.
☆ ☆ ☆
Luego de un rato de risas, conversaciones y comida, nos decidimos por salir. Las chicas al baño primero y yo opte por esperar afuera, entonces vi a mi hermano en una entretenida conversación con una chica. Fui directo a cortarles el rollo.
- ¡Dean! - Grite a todo pulmón.
- ¿Que paso, hermanita? - Preguntó un poco molesto por interrumpir.
- Hoy ira un chico a casa y... - Me interrumpió.
- Le romperé la cara sin dudarlo si intenta hacerte algo - Dijo apretando los puños.
- Tranquilo, tigre - Dije entre risas - Solo haremos un trabajo.
- Tyler Ross - Dije calmada y sin darle mucha importancia, aunque por dentro estoy muy emocionada.
- No lo puedo creer - Dijo sorprendido.
- Si, si, si, yo tampoco. Quiero que te comportes - Dije señalandolo con el dedo.
- Está bien - Dijo con inocencia.
- Adiós - Le di un beso en la mejilla y este me atrapo en sus brazos en un cálido y fuerte abrazo. Rei - Suéltame, me asfixias.
- Lo siento - Dijo entre risas y me soltó - Es que a veces no controlo mi fuerza - Mostró sus músculos - ¿No son hermosos?
Rodé los ojos divertida y rei.
- Egocéntrico.
- Gracias, hermanita - Dijo pícaro.
☆ ☆ ☆
Fuimos al campo ya que el profesor de biología falto, y, para mi suerte, Tyler esta calentando con su equipo de fútbol.
- Oye, oye - Comenzó Valentina - Ahí está Ross.
La mire, luego gire mi cabeza hacia el campo para mirar a Tyler, sigue entrenando.
Jessie y Valentina comenzaron a reir a carcajadas ¿Que diablos...?
- ¿Cual es el chiste? - Pregunte fingiendo estar molesta.
Las dos callaron al ver la seriedad en mi cara, luego comence a reir.
- Puta - Susurro Jessie.
Rei aun más.
Caminamos hasta un gigantesco arbol que debe de darle sombra a un gran grupo de gente. Nos sentamos y hablamos un rato. Por un segundo quite mi mirada de las chicas y mire al campo, a unos metros se encontraba Tyler mirandome, me puse un poco nerviosa, quite mi mirada de él comence a jugar con el pasto.
- ¡Cuidado!
Un grito me saco de mis pensamientos, levante la cabeza y lo ultimo que vi fue un balon estamparse contra mi cara, escuche varios pasos y voces preocupadas muy distantes hasta que perdí la consciencia.
ESTÁS LEYENDO
Y si nos arriesgamos?
Acak- ¡Te odio! Eres repugnante - dije - ¡Me dices que me amas y te has acostado con medio instituto! - ¡Y te amo, lo hago! - grito - ¡Si no dejas el pasado atras no podras disfrutar del presente! Nuestro presente - No tenemos uno - Tu familia me odia p...