Todo ser humano tiene un objetivo en la vida, ser feliz, ya sea teniendo
gran cantidad dinero, encontrar la mujer de su vida, querer ser una persona importante... Hay múltiples maneras de ser feliz, cada uno escoge lo que prefiere. Conseguir aquello que más deseamos es difícil, cómo no, si todo fuera fácil cualquiera triunfaría, obviamente. Álvaro, un chico de 27 años con los ojos azules, pelo rubio, nariz pequeña, tupé y cuerpo musculoso. Es un hombre muy bien formado académicamente. Sin embargo, no sabe lo que quiere en la vida, claro está que desea dinero, quién no. Este chico a pesar de todos los estudios realizados, está dispuesto a hacer lo que sea para conseguir el dinero para lo que quiera, lo que sea. Poco después de que le despidieran de su trabajo le llamaron al teléfono, un hombre con una voz grave le ofreció una propuesta de trabajo, él aceptó. Desde luego era muy raro, no pidió que rellenase expediente alguno. La Calle Santa Teresa era el punto de reunión a las 19:00 PM,el lugar donde se verían las caras. 19:00 PM una furgoneta negra se detuvo delante suya, se abrió una puerta lateral y de repente una sombra oscura se abalanzó sobre él y lo electrocutó dejándole así inconsciente.
Se despertó en un lugar oscuro, amarrado en una silla, mirara por donde mirara todo se veía negro, excepto él mismo que lo iluminaba un haz de luz verticalmente.
Álvaro- ¿Hay alguien ahí? ¡Suéltenme!
¿?- No Álvaro, has aceptado el trabajo no te hemos traído aquí por tu cara bonita, lo aceptarás, quieras o no lo quieras.
Sabía que alterarse no serviría de nada, así pues se tranquilizó, reflexionó la situación y dedució que no le pasaría nada.
Álvaro- ¿Qué quieres que haga?
La sala se enciende completa y el hombre con el que empezó la conversación estaba delante de él, se inclina hacia Álvaro y le susurra al oído.
¿?- Quiero que asesines a la Primera Dama de Estados Unidos.