Capítulo 2

687 55 4
                                    

Dos días después, Marta colgaba el teléfono con un golpe seco y demasiado fuerte, sorprendiendo a todos con unas duras palabras.

-¡Será imbécil!... –Gruñó bien fuerte.

-¡EH, que el material de oficina no es para maltratarlo! –Protestó Thom, que salía en aquel momento de su despacho.

--------------------------------------------------------------------------------

-¡Marta! –Exclamó Karolaine escandalizada.

-¡Qué! –Protestó con mirada furibunda, para levantarse seguidamente y dirigirse al baño de chicas y encerrarse allí con un fuerte portazo. Mientras la oficina se quedaba unos segundos sumida en silencio, por la escena ocurrida.

-¡Es que no me tenéis ni un puñetero respeto! –Empezó a protestar un Thom muy mosqueado-. Soy vuestro jefe... Para que puñetas me molesto en hablaros si ni ahora me estáis escuchando debidamente nadie de ésta oficina... Sí, podéis ir averiguar que puñetas le ocurre tú y Susan, a lo mejor hay que vacunarla contra la rabia...- Indicó en un bramido, mientras volvía a encerrarse en su despacho sin dejar de murmurar por lo bajo-. No hay quien las entienda a las mujeres, desde luego...

-¡Ya estas apagando ese cigarrillo! –La riñó Karolaine, nada más abrir la puerta del baño-. ¿Quién te lo dio? ¡Se supone que habías dejado de fumar! –Le reprochó enfadada.

-¿Quién te ha llamado? –Preguntó Susan cerrando la puerta.

-Después del estrés de esta semana, creo que me lo merezco...

-Por eso mismo –le indicó-, has aguantado un montón sin fumar y...

-Y no me mordí las uñas, por que me obligasteis a cortármelas –señaló irónica-. Y solo es un cigarrillo, da gracias a que no me haya inclinado a la bebida.

-¡No seas tan exagerada!

-Dejaros de tanta cháchara –Las interrumpió Susan-. ¿Qué diablos te ocurre?

-Marcus –Pronunció su nombre en tono despectivo-. Le ha pedido mi número de teléfono a Sabrina, para decirme que saldrá un artículo en donde él declara que solo somos amigos y conocidos de los novios... Que aquel día estábamos discutiendo los diferentes puntos de vista, de cada uno sobre la protección de nuestro amigo...

-Mejor para ti –Señaló Karolaine-. ¿No dijiste que no ibas a tener nada con él?

-Karolaine, no te enteras... -Comentó Susan.

-Lo que me mosquea de verdad, es como me ha dicho las cosas, en ese tono tan... Como si hubiese sido yo una chica más en su lista. ¡Maldita sea! Siempre era él quien me buscaba para besarme, y después de que estuviéramos a punto de...

-¡No! –Exclamó Susan-. ¿Cuándo?

-¡Serás! –Chilló asombrada Karolaine.

-En la boda –soltó en un suspiro-. Debo decir, que paremos por que me di cuenta de que lo único que él buscaba era apartarme en aquel momento de Sabrina. Y hay que decir, que todas conocíamos su método... -Lamentó con gran penalidad por lo ocurrido-. Pero hubo un maldito momento en el que bajé la guardia, pero tuve la suerte de recuperarla a tiempo. Y ahora, con su llamada me ha demostrado lo cretino que llega a ser. Como yo solo fui su objetivo previamente diseñado por Lucas... Para aquel pequeño asunto.

-Lo siento... -Se lamentó Karolaine.

-Karolaine, no ocurre nada...-Sonrió con cariño-. Tuviste suerte, de que Matt fuera un chico más tranquilito...

-Sí –Sonrió la joven chica con un poco de timidez y bajando la mirada por unos segundos... Ante el comentario de su amiga, había sentido encogerse un poco su corazón. Sabía que soltarían un grito de sorpresa y horror si supieran de sus pensamientos... Para ser sincera, le habría gustado de tener un poco más de tiempo para pasarlo junto a Matt. ¡No por dios, no se había enamorado de él! Su corazón desde bien jovencita que estaba entregado a Sebastián. Sí, aquel era el amor imposible de su vida... Una pueblerina, enamorada del rico y guapo amigo de su hermano mayor, que solamente la veía como una hermana. En Sicilia, había podido experimentar por primera vez lo que era ser besada. Y había que recalcar que le había gustado...Y gracias a las chicas, que le habían dado aquella libertad de cascos... Por calificarla de alguna manera, había decidido soltarse verdaderamente la melena. Había puesto a Matt como su objetivo. Había querido a Matt como hombre, para realizar su total entrega. Perder su virginidad con él, sabiendo que nunca conseguiría el amor de Sebastián. Y Matt, le había parecido un hombre atento y cariñoso... Pero le faltaron días para ser valiente...

Saga Edificio XIV- Líos De Oficina- Segunda ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora