Capítulo 3

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Aparcaron los coches y se acercaron a la mono volumen a descargar las bolsas del supermercado.

-Madre mía, parece que hayamos arrasado con el súper –Se quejó riendo Ana-. Sois unos comilones.

-¡Quien fue hablar! –La señaló Jaime, dándole un tirón de la coleta-. ¡Comes más que yo!

-¡Mentiroso! –Le sacó la lengua.

-Comemos todos –Interrumpió Carlos, el padre de Marta-. Por que somos veinticinco personas y aquí hay para el doble, y solo hemos comprado para ésta semana –Rió-. Buitres, que ya no estáis en edad de crecimiento.

Riendo, entraron todos con las bolsas por el camino ajardinado, hiendo directamente a la cocina, por la puerta trasera que daba a la piscina. Ya en la cocina, empezaron a guardar las cosas compradas.

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-¡Hola! –Entró corriendo Lucia, con el bañador mojado.

-Hola chiquitina –La saludó Marta-. Te hemos traído colchonetas nuevas.

-Bien, le diré al tío Marcus que me las infle –soltó muy contenta.

-¿Tío Marcus? –Preguntó Ana, su madre-. ¿Cariño vuelves a inventarte amigos?

-No –rió coqueta-. Es el novio de Marta, por lo tanto es mí tío...

-¡Genial! –Rió Ana-. Ahora te inventa un novio... -Se calló al ver la cara blanca de su cuñada-. ¿Marta? –Todos en la cocina habían dejado de guardar las cosas y la miraban sorprendidos.

-Está en el salón, con la yaya María –Continuó parlanchina la niña.

Le faltaba aire. ¿era cierto lo que decía su sobrina? Marcus allí, en aquella casa... ¡Con toda su familia! ¡Y había estado a solas con su madre y su hermana Celia! No podía ser... Sus amigas le habrían dicho algo, solo ellas sabían donde iba aquel año... ¡Maldita sea! Por que había sido tan estúpida de jugar con él, vete a saber que tenía en mente. Tenía que averiguarlo...

Corrió al salón, bueno todos los que se hallaban en la cocina corrieron al salón. Efectivamente, allí se encontraba sentado en el sofá junto a su madre y su hermana. Y en los otros, su cuñado Ramón y varios de sus primos. No se le veía para nada incómodo charlando con ellos. Ni siquiera, cuando entraron de sopetón unas veinte personas y se lo quedaron mirando fijamente.

-Es cierto, estas aquí –Susurró con la mano en el pecho.

-Hola cariño... -Le respondió él, con voz dulce.

-¡AH! ¡Es Marcus Andrassi ¡Es un cantante muy famoso! –Chilló Rosa, la hermana pequeña de Marta-. ¡Estas saliendo con Marcus, increíble! ¡Verás cuando se enteren mis amigas!

-¿Es un cantante famoso? –Preguntó Carlos, el padre de ellas.

-Sí –Respondió animada rosa-. Allí, él es como un Alejandro Sanz aquí.

-Vaya... -Respondió alguien.

-Al menos, no es uno de esos cantantes con melenas largas y las uñas negras –Río el hombre-. Bien venido a la familia.

-¡Papá! –Protestó Marta, por sus palabras.

-¡Carlos! –Rió María.

-Bien chicos –Comenzó María-. Se ha acabado el espectáculo. Todo el mundo a la cocina a guardar la compra.

-¡Bromeas! –Protestó alguien.

-Sí –Corroboró otro-. Es el primer novio de Marta que conocemos, y encima es un cantante famoso...

Saga Edificio XIV- Líos De Oficina- Segunda ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora