Prólogo

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Ya tengo 15 cicatrices, las cuales solo cinco son causadas por mi... Pero no son nada comparadas con el dolor que siento ahora en el pecho.
Hace dos meses que empezó él instituto y ya estoy cansada, cansada de todo y de todos cansada de los jilipollas que fingen que les importa mi vida y lo que me pase.
Llevo dos años muriendome por dentro y no se han dado cuenta de mi dolor, por que voy con mi puta sonrisa intentado creerme que estoy bien que soy feliz, pero no es así.
Aunque siempre decido ocultar mi sufrimiento después de lo que ocurrió decido aguantar mi sufrimiento y "ser fuerte".
Mi madre es lo único que tengo y no puedo decirle nada, no quiero que sufra conmigo.
Odio dar pena, es decir, paso de ir contando lo de mi depresión e ir enseñando mis cortes orgullosa.
Simplemente es una jilipollez sentirse orgullosa de ello.
Odio salir a la calle, es como si la gente, viera cada una de las 15 cicatrices que tengo.
Simplemente veo más divertido quedarme en casa leyendo libros o escuchando música.
Mi madre cree que debería ir a un psicólogo pero yo y mi puta sonrisa le hacemos creer que estoy genial y que no me quiero suicidar.

Bajo La Brillante SonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora