FAMA (VIXX Fanfic Yaoi)

PARTE NUEVE

En cuanto me acosté me quede totalmente dormido. Nuevamente mis sueños habituales habían regresado. Vi oscuridad y de vez en cuando, la cara de Leo.

Me desperté antes que todos. Me bañé minuciosamente y me depile las axilas y la parte baja del abdomen. El contrato exigía eso. Rasure mi rostro, exfolie mi cuerpo y en toalla esperé al manager.

El despertador de N sonó por todo el departamento. Salió de la habitación para despertarnos. Lo miré desde el sofá, me dió una sonrisa triste. Me pidió que apurara a Hyuk y a Ken.
Media hora después el manager estaba entrando por la puerta. Me saludó a medias y me entregó las enormes maletas de piel. Los chicos se pararon detrás de mi mientras abría la primer tanda de ropa. Nos sorprendimos a ver la cantidad de prendas diferentes que había. Todos los zapatos combinaban y había inclusive anillos y collares. Era ropa nueva y de buena procedencia.

Escogí lo primero que encontré que combinaba. Una camisa blanca con un suéter color carmín y un pantalón negro. También había zapatos así que tome unos negros de gamuza. Los perfumes eran 7 de diferentes marcas internacionales. Escogí el de olor dulce. Peiné mi cabello y terminando, me senté con el manager que tenía un mensaje que darme.

—Ayer en la noche hable con Mink y exigió que te diera esta tarjeta de crédito. Ni pienses en no aceptarla. Úsala para todo lo que quieras. No tiene limite de crédito, pero cada compra equivale a una recompensa para el dueño. Se respetuoso, y sobre todo, obedece.

El manager parecía exhausto, pero se mantenía fuerte.

A las 5 en punto salimos hacia la empresa. El estómago lo traía revuelto. No sabía exactamente a que hora vería a mi cita pero me importaba poco. Leo me había evadido toda la mañana y los miembros se habían dado cuenta.
Nadie habló en el trayecto.

Llegamos a tiempo, bajamos a la sala de ensayos y ya nos estaba esperando el coreógrafo. Me pidió que yo no participara en la practica. Me limité a quedarme sentado viendo a mis compañeros esforzarse. En determinados movimientos, Leo me había mirado de reojo. Capté que nuevamente sus ojos se fijaban en mi con desdén. Le rompí el corazón, era lo menos que merecía. No estaba consciente de lo mal que lo había hecho. La vez que me besó no correspondí, me quedé quieto y en cuanto tuve oportunidad escapé para ver a N. Después lo de ayer en la noche, estaba ayudándome y nuevamente huí. Era difícil aceptar que uno de tus amigos se declare y se muestre celoso cuando ni siquiera somos nada. Leo está suponiendo que yo siento lo mismo, tal vez algunas de mis palabras o acciones le hicieron pensar que correspondería. Ambos somos compañeros de profesión y es duro ver que no puedo corresponder sus sentimientos.

Acabando la práctica, los chicos se me acercaron para sentarse junto a mi. Leo salió de la sala, azotando la puerta. Hablamos de cosas banales, necesitaba distraer mi mente.

A la hora de la comida, yo no había hecho nada. Permanecí sentado viendo a todos hacer su mayor esfuerzo. Me sentía frustrado. Estaba desperdiciando el día esperando a alguien que tal vez no vendría.

El manager nos indicó que el CEO nos invitaría a comer. Salimos de la sala y nos encontramos a Leo en la puerta con la mirada en el piso.
Estaba esperando a que Hyuk subiera a la camioneta para yo también subir cuando escuché un claxon sonar. Voltee y una camioneta blanca se estaba estacionando detrás de nuestra furgoneta. N y Hyuk que ya estaban arriba bajaron mientras los demás se estaban parando a mi lado, protegiéndome.

Mink bajó y caminó rápidamente hacia nosotros, se paro justo delante de mi, me sonrió. Era muy alto, con la piel igual de blanca que Hyuk e iba vestido con un traje gris que le marcaba la musculosa espalda. Me quede embobado. Era mas guapo de lo que mi miedo me dejaba recordar.

—¡¡Hola Mink!! —el CEO Kim nos sorprendió al verlo salir casi corriendo a recibir a su invitado —. Llegas justo a tiempo. Estaba a punto de llevar a Hongbin a comer sin tu permiso.

Mink sonrió de manera sorprendente, dejándome más atónito. Era intimidante.

—Eso es imposible, sabes que soy puntual en todo.

Su voz era muy grave, resonó en mis oídos haciendo que mis piernas temblaran. N me abrazó por los hombros y me acercó un poco hacia él.

El CEO siguió hablando.

—No te quito más tú tiempo. Hongbin tiene toda la tarde libre.

Mink estiró su mano hacia mi. Sus ojos seguían clavados en los míos. Tomé su mano con apuro. Detrás de mi escuché que alguien se subía a la furgoneta. Giré la cabeza al igual que todos, Leo estaba hasta el fondo sentado con los brazos cruzados, ignorándonos.

Sentí un pesar horrible por él, pero Mink me estaba jalando hacia él, sacándome de mis pensamientos. No hice más caso a los demás. Me subió a la camioneta con rapidez y sin que me diera cuenta, estaba arrancando.

Me puse el cinturón y bajé la ventanilla. Tenía hambre. Mi antiguo miedo estaba apareciendo. Me hundí en el asiento y me dediqué a mirar la calle.

— ¿Nuevamente con el miedo?

No quise verlo, tenia razón. Estaba asustado.

En el contrato indicaba que sólo podía hablar si me preguntaban algo y debían ser cortas las respuestas, por eso dije: "Si ".

—Yo estoy nervioso Hongbin, hoy te ves increíble. Tengo pensado una gran noche para ti, nos la vamos a pasar muy bien.