Capítulo único

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Media noche, las campanadas de un pequeño reloj en la habitacion del azabache lo despertaron. Pero como podía ser eso posible si él no dormía nunca en realidad?

De repente lo recordó, aquel peso sobre su brazo extendido, la silueta de la persona que le acompañaba, aquella figura que podía notarse respirar con tranquilidad, durmiendo mientras se abrazaba a su pecho de una forma que no pensó que pasaría, menos aún tratándose de él, aquel extraño platinado que hasta cierto punto había odiado.

Esbozó una tenue pero sincera sonrisa al verlo suspirar cuando acarició su mejilla, retirando de paso un mechón de su plateado y largo cabello. Comenzó pues a recordar como había terminado en esa situación. Fue ese mismo día, eso lo tenía claro...

Su joven amo recién había terminado de almorzar cuando se disponía a contestar algunas cartas que le habían llegado, seguramente para fiestas próximas a la temporada. Y entonces vio la carta de la reina. En ella le pedía que se encargara del problema que ya se había vuelto aquel hombre: Undertaker. Ciertamente llevaban un buen tiempo siguiendo su rastro, y con cada travesura suya, no podían negar que se entretenían aunque no lo pudieran atrapar. Era un juego interesante, amigos y enemigos al mismo tiempo, especialmente ellos dos, pues su naturaleza era justo esa, eran rivales y aún así se entretenían mutuamente.

-sucede algo, joven amo?...-preguntó al notar un gesto de inconformidad y frustración en el chico.

-ya no podremos jugar...la reina quiere que terminemos con esto...

No pudo evitar detenerse al escuchar eso, aunque sólo fuera un instante antes de terminar de servirle una taza de té.

-...y que piensa hacer?...siempre se escapa de alguna forma...

-...un trato... Creo que es lo mejor, ya que no sabemos como eliminarlo...y tampoco quiero hacerlo.

A pesar de que lo último lo dijo bajo, su mayordomo pudo escucharlo y estaba de acuerdo con él. El demonio no tenía idea de que tendría en mente el joven, pero sí despertaba su curiosidad, después de todo, que podría querer ese loco sujeto que le interesara lo suficiente para hacer un trato serio...

Paso un buen tiempo antes de que volvieran a verlo, lapso en el cual Ciel aclaró sus ideas, pues ya había estado notando lo que intentaba el shinigami y tenía una sospecha del porque. Fue así que la siguiente vez que se encontraron, el joven Phantomhive le pidió una tregua para hablar, y Undertaker al tener la misma curiosidad que un niño, aceptó.

- - - - -
-vayamos directo al punto...quiero que te vayas de aquí.

-definitivamente no lo hare, cada partida que juego con usted es más divertida que la anterior, no me detendré sólo porque me lo pida...-se río al escucharle mientras su mayordomo le miraba confundido.

-te dejaré acostarte con Sebastian...-aquellas palabras detuvieron la risa del shinigami y lograron sorprender al demonio que ahora le veía incluso con enojo.

-que me que con quien?...-ni él sabía como reaccionar a tan disparatada proposición.-por qué cree que yo-...

-te gustaba mi padre...no es así?...-le interrumpió el menor mientras los otros dos lo vein perplejos.- Sebastian se parece a él porque yo se lo pedí, si se lo ordenara podría ser su viva imagen, y tu podrías cumplir un capricho que asumo jamás obtuviste...

El demonio tuvo que morderse la lengua para no perder la compostura, mientras que Undertaker aún procesaba todo lo que estaba escuchando. En verdad no le importaba que su demonio rebajara la imagen de su padre de esa forma?... No, seguramente había lidiado con esos pensamientos un tiempo y había logrado superarlos. Ahora le ofrecía esto y la decisión era enteramente suya, pues si daba la orden al mayordomo, éste no podría desobedecer. Pero en verdad había algo más ahí...

Del Odio Al Amor. [One-shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora