¿Tuya? ¡Jamás!

Capítulo 40

Este era mi final ya no aguantaba más

Débiles sollozos salían de mis labios como susurros

Cerré los ojos tomando con ambas manos la espada apuntando hacía mi vientre

Tenía miedo, pero que mas daba, sería rápido

Respiré profundamente

-Nick te amo- susurre antes de intentar clavar la espada en mi vientre

Abrí los ojos aterrada, pues no había sentido nada, sólo podía sentir unas frías manos sostenindo las mías, evitando de esa forma que cometiera una locura

Sabía que debía voltearme para saber a quién pertenecían esas manos tan familiares, pero no quería, tenia miedo de hacerlo y que desapareciera confirmado que mi mente solo me había jugado una mala pasada

Y que tal vez solo me estoy volviendo loca

Sentí como mi espalda impactaba con un fornido cuerpo

Mi respiración se cortó al sentir una calida respiración en mi cuello donde dejaron un húmedo beso

Cerre los ojos con fuerza al centir como rozaba mi cuello con sus labios

-qué demonios pensabas hacer Ana, eres una estúpida- esa voz, tan varonil, tan...no lo se, solo se que esa voz hizo que saliera un sollozo de mis labios

Voltee aún con los ojos cerrados

-¿por que no me miras?- pregunto un tanto molesto

-porque tengo miedo, miedo que al hacerlo desaparezcas, tu estas muerto- dije aun con los ojos cerrados

Escuche una ronca risa y unos labios dejando un tierno beso en los mios

Tomó mis mejillas entre sus manos y apoyó su frente en la mía

-abre los ojos Ana, no me ire, nunca más, no morí

No tenía el valor de abrirlos pero supongo que no tenía opción

Abrí lentamente los ojos clavamdolos en un océano profundo

Eran sus ojos

Solté un sollozo ¿cómo era esto posible? Si sólo era una pesadilla, era una muy cruel

-perdon, es mi culpa que murieras, perdon- susurré

-no seas tonta Ana, no fue tu culpa el tener una madre como la mía, y no estoy muerto ¿que acaso no me ves?- dijo rodando los ojos, sólo el seria tan fastidoso

Sonreí como nunca lo hize sintiendome feliz y llena

-eres tu- dije llorando mientras abrazaba su cuerpo con todas mis fuerzas

Estaba convencida de que nunca más volveria a abrazarlo, lloré como nunca habia llorado empapando toda su camisa

-ya no llores estúpida, estoy aquí- susurró, odio la forma en la que me llama, pero en éste momento nada me importa, sólo me importa el echo de que él esta vivo y está a mi lado

Me separé un poco de él y lo miré a los ojos, enrolle mis brazos alrededor de su cuello mientras el hacia lo mismo con mis cintura, pegandome completamente a él, me acerque lentamente a sus labio, mientras nuestras miradas seguían conectadas, cerré los ojos al instante en que sentí sus suaves labios acariciar los míos, sólo los rosaba pero esa simple acción lograba ponerme los pelos de punta

No aguanté mas y sujete su labio superior, comenzamos a bersarnos de una forna voraz, lamió timidamente mis labio pidiéndome permiso, a lo que yo respondí abriendo ligeramente mi boca permitiendo el paso de su lengua