Todo empezó en un instituto un niño que se llamaba Daniel le gustaba una niña llamada Sofia. A Sofia también la gustaba pero era demasiado tímida como para decírselo, o como para pedirle salir.
Al siguiente día, era Viernes, por fin acababa la semana solo había que dar un empujón mas. Llegó a clase y hizo lo de todos los días dejar la mochila y ponerse a hablar con sus amigas antes de que llegué el profesor, Daniel la llamó, Sofia se puso nerviosa, iban a hablar ellos solos en privado.
No penséis que el tampoco se había puesto nervioso, y mucho, mas que ella porque encima el iba a dar el paso.
Daniel la dijo: llevamos muchos años juntos, y de esos años cada día sentía algo raro en mi, como unas mariposas en el estomago, cada día me sacas una sonrisa, cuando hay gente que me saca la sonrisa pero que no dura todo el dia, me dura unos minutos incluso segundos. Me has hecho sentir cosas que nadie a podido en años. Bueno a lo que voy, que por todas esas cosas, ¿quieres salir conmigo?.
Cuando Sofia iba a contestar llegó el profesor y le dijo: a la salida te respondo.