Prólogo

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Si algo amaba Jane más que su propia vida, era el yaoi.
No, no es como que si no quisiera a Sam, adoraba a su novio. Sam era fuerte, decidido, inocente y tierno, todo lo que una mujer podía soñar. Amaba pasar las horas charlando con él o viendo las estrellas, o simplemente sentarse y estar cerca uno del otro. Sam la hacía sentir querida y ella no tenía ninguna queja de él. Sam sabía de su extraña afición al yaoi y no se había burlado de ella, eso la había hecho sentir contenta, muy contenta, aunque el rubio se sentía algo incomodo algunas veces cuando ella le hablaba de con quien emparejaría a los personajes de ciertas películas para hacer yaoi, nada pasaba de eso.
Ella creía que todo iba a ir perfecto, el yaoi y Sam no tenían porque involucrarse, ambos eran sus grandes pasiones y eso estaba bien. Puede ser que amara más al yaoi que a su novio, pero no tenían porque vincularse ambas cosas, todo estaba perfecto.
Hasta que Sam le presentó a su mejor amigo y, por primera vez, se imagino a alguien más en los brazos de su novio y estuvo a punto de tener una hemorragia nasal en ese preciso momento si no fuera porque el chico de pulcro cabello negro y ojos perfectamente verdes la miró con desprecio.

Es una adaptación de una historia de fanfiction

El Yaoi y mi novio, digo, mi exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora