Capítulo 1

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Era una mañana lluviosa, hacía un frío terrible, cualquiera podía pescar un resfriado si salía a la calle en ese momento. Un día perfecto....¡Para ver anime!
Eso pensaba Fabian, mientras se servía una taza de chocolate caliente, preparó unos snacks y los llevó a la mesa de su computadora.

El nuevo episodio de la segunda temporada de Owari no Seraph ya se había subido en todas las páginas de anime y él ,obviamente, quería ser el primero en verlo, odiaba el spoiler que le daba su fastidiosa prima, lectora puntual del manga.

Un episodio triste y emocionante,claro ,como todos los demás.Al terminar el capítulo, junto con su comida, le llegó un mensaje. 

"Hablando del rey de Roma", pensó rodando los ojos, al ver el nombre de su prima en el mensaje de Facebook.

Pero no era un mensaje,era un enlace,le hizo clic.Sus ojos brillaron al leer tan solo el título. "Convención"

¡Una convención de anime!, ¡en su ciudad!, ¡ese mismo día! 

Rápidamente, llamó a su madre, que por suerte le dio permiso, no sin antes sermoneándole con un: "Debiste preguntar antes"

Le llegó otro mensaje, de la misma persona.

-¿Vienes? ^_^

-Por supuesto XD.-respondió animado-Pero, me puedes llevar, ¿cierto? 

-Sí, pero unas amigas van a ir también. Te espero en mi casa c:

El corazón de Fabian empezó a latir más rápido,puesto que había una chica entre esas amigas, con la cual ya había hablado antes, claro que por chat, aún así había conocido su personalidad, y también había visto su foto de perfil, y tan solo con eso, ya le había gustado. Pero esa sería la primera vez que la vería en persona.
Estaría nervioso,pero era positivo, tal vez con esa convención podría conocerla más a fondo, además tenía a su familiar de respaldo,estaría muy nervioso para hablarle,pero... tal vez si se armaba de valor, vencería a esa barrera llamada timidez.

Faltaban quince minutos para las cuatro tarde, y Fabian se había equivocado, no solo no podía hablarle, tampoco podía moverse. Mientras su prima lo empujaba para que baje las escaleras y se viera cara a cara con sus amigas,él ponía fuerza en sus pies y se negaba.

-¡No te van a comer! ¡Solo bajas y entras al auto!- señaló el auto de su padre que los esperaba afuera de la casa.

-Pero...

-¡Baja!- Con un último empujón, logró hacer que él pusiera un pie en el primer escalón de muchos más. 

Al llegar al primer piso, estaban tres chicas mirando curiosas al nuevo individuo del grupo. Mientras la dueña de la casa presentaba a la nueva persona presente, este solo miraba, a la que por la foto de su perfil, parecía ser la chica con la que había hablado antes.

-Hola.-saludó la chica con una leve sonrisa.

-H-Hola-respondió mirando ligeramente hacia un lado.

-Bueno...¿Nos vamos?

Subieron al auto y se dirigieron hacia el mágico lugar de ventas y actividades (al menos para un otaku).

Al llegar compraron sus entradas e ingresaron. No era enorme como las convenciones de la capital, ni mucho menos como las de Japón, pero para alguien que no había ido a uno convención, era suficiente e incluso un poco más que eso.

No perdieron tiempo, y se dispersaron a comprar, ya que tenían esa idea (que en realidad estaba en lo cierto) de que si no eran rápidos, alguien más les iba a ganar en comprar.

Amor OtakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora