-¡Hope!- grito Mabel a medida que ella corría -¡HOPE, LA PUTA MADRE! ¿¡NO ERAS TAN GRYFFINDOR?!-
-¡SOY RAVENCLAW!- Grito la castaña pasando en frente de una hamaca y agachando la cabeza para que un nenito no la pateara.
-¿¡Y ESTO TE PARECE INTELIGENTE, CONCHA INFLADA?! ¡HOPE, VUELVE AQUÍ AHORA MISMO!-
Pero Hope corrió todas las cuadras que la separaban de su casa a una velocidad que ni ella creía posible de alcanzar.
Apenas entro lo primero que hizo fue ir a su armario, revolver sus cosas hasta dar con la caja que contenía las varitas.
Su mama se encontraba en ese momento preparándole la merienda y Hope la saludo sonriendo forzadamente.
Luego de tranquilizarla, la chica abrió la puerta que daba a su patio y comenzó a subir las escaleras hasta su terraza. Su terraza era amplia y no tenia barandal asi que podría caerse en cualquier momento. Pero obviamente no iba a pasar eso.
Hope suspiro con derrota. Sentía como que el corazón se le iba a salir y se tiro al piso de su terraza, que por suerte no contenía mierda de perro aquel día, y miro el cielo azul salpicado de nubes.
No supo en que momento comenzó a llorar silenciosamente. Completamente en silencio.
-¡Hope!- grito una voz conocida para ella y la castaña se paro de un salto y se asomo a un extremo de la terraza, obviamente dejando las varitas en el piso.
Abajo se encontraban James, Sirius, Regulus y Mabel. Esta ultima estaba golpeando la puerta.
-¡Hola, Mabel!- saludo su mama animosamente. Hope dejo de ver la escena, agarro las varitas y miro a su costado, donde estaba la terraza del vecino a unos centímetros.
Seria idiota escaparse asi ya que podría caerse por el espacio que separaba ambas terrazas pero en ese momento solo le importaba que Mabel no la encontrara. Por lo que primero tiro las varitas y luego pego un salto.
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¡¿Epoca Merodeadora En La Vida Real?!
DiversosLas vidas de Mabel Quinteros y Eileen Hope Kimberly no eran ni especiales ni diferentes. Mejores amigas conocidas por una amiga en común se hacen inseparables aunque no estén en las mismas escuela. Nada es mágico o fuera de lugar ¿o si? Pero la vida...