Prólogo

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    Me encontraba tumbada en el suelo, sin ánimos de nada, todo era tormentoso, el mínimo sonido causaba que se erizaran cada uno de mis vellos, todo estaba mal no obstante a la vez muy tranquilo. ¿Qué estarán tramando? Solo quería salir de esta pesadilla; en este momento no sabría que decir que día era, mucho menos la hora, solo sabía que no podía dormir, si me dormía perdería y eso no iba a pasar, ellas gobernarían de nuevo en mí y ¡eso no va a pasar!

  Me duele todo el cuerpo, siento entumecidas cada una de las extremidades de mi cuerpo, estoy fría, y me imagino que cualquier persona, en su cabales, que me vea en este preciso momento se espantaría. Hago un recuento mental y no puedo creer que todo en mi vida en tan solo semanas, ¿o eran meses, días? No lo sabía a ciencia cierta... eran tan diferente. Extraño mi vida, me extraño a mi misma, porque sinceramente siento que me perdí, esta no soy yo y nunca voy a ser yo, y dudo mucho poder salir de esto, ¿qué haré con mi vida? ¿cómo lograré ser la misma de antes después de tanto? 

  ¿De qué estoy hablando? Jamás volveré a ser la misma de antes.

  Necesito ir al baño pero como dije me duele todo el cuerpo, no sé como levantarme. Me agarro del pomo de las puerta del baño y poco a poco voy tomando impulso y me levanto, mis huesos crujen y mis extremidades duelen aún más. 

  Abro la puerta y entro; de inmediato al ver mi rostro reflejado en  el cristal del espejo, es una imágen patética. Me sorprendo de mi misma, mi melena rojiza en este momento es cualquier cosa menos cabello y es cosa de segundos para que comiencen de nuevo. 

Su tormento; mi sufrimiento.



Voces Silenciosas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora