Compañera de cuarto

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Estaba tan feliz de estar en mi nueva  habitación, que no cabía de la dicha! Era espaciosa, con una ventana que daba al lado norte de la residencia universitaria, tenía dos camas de plaza y media puestas una a un extremo de la otra, habían dos pequeños closets empotrados en la pared cerca de cada cama y un baño cerca de la puerta de entrada a a habitación, las paredes estaban pintadas de azul cielo un poco manchadas, pero no importa, era mi nueva habitación!! en mi nueva independiente y libre vida, aaahhh!! bueno independiente y libre del régimen materno.

Al fin libre! sin nadie que me diga que recoja mis cosas y que ordene mi cuarto (aunque admito que iba a extrañar los gritos de mi mamá y la intromisión de mi hermana todo el tiempo), estaba tan feliz que no me había fijado que tenía todas mis cosas regadas por todas partes, inclusive había paquetes encima de la otra cama. Cuando de repente se abre la puerta y lo siguiente que vi fue una chica parada en el marco de la puerta con cara de horror que dijo:

- Qué espantoso desorden!! Acaso acaba de pasar un tornado por aquí o qué???

No supe que decir, llegue a pensar que el espíritu de mi madre había poseído a  esta chica para atormentarme en la universidad también, lo único que atiné a responder fue:

- Hola soy Victoria, pero todos me dice Vicky.

- El huracán Victoria querrás decir! - dijo -.

- Oye, me parece que es un comentario demasiado imprudente como para decírselo a alguien que no conoces! - dije frunciendo el ceño -.

- No y no quisiera conocer más, gracias! - dijo sarcásticamente-.

- Oye que te pasa!! Estas con hambre o no tomaste tus medicamentos contra la histeria? -dije furiosa-.

- Soy Sheyla -dijo sonriendo- y si me tomé mi medicamento, lo que no me tomé fue un repelente contra el desorden o peor contra las personas desordenadas, discúlpame pero soy obsesiva del orden, así que obviamente detesto el desorden.

- Oh no!! -dije- con expresión horrorizada.

- Qué pasa?- me miró confusa-.

- Por si acaso no serás pariente o familia de mi madre? Alguna hija perdida o algo así que yo recién conozca?

- De qué hablas? parece que la que necesita medicamento es otra -dijo bruscamente-.

- No, nada, es solo que te pareces a mi mamá, ella también es obsesiva con el orden -dije-.

- Lástima que ese gen no lo heredaste tú - dijo sarcásticamente-. Ahora será que puedes liberar mi lado de la habitación para poder instalarme?.

- Si, claro -dije e inmediatamente moví mis cosas a mi lado de la habitación y empecé a organizarlas, me sentía igual que cuando mi madre me llamaba la atención por mi desorden (vaya cosa!).

- Bueno -dije- de dónde vienes?

Me miró con desdén, como si no quisiera interrogatorios.

- Solo creí que si vamos a ser compañeras de dormitorio, por lo menos me gustaría conocer un poco a la persona con la  que voy a convivir los siguientes cinco años.

- Quieres conocerme? OK - dijo y casi me escupió las palabras en la cara- No me interesan los reventones, fiestas,  pachangas,  ni los amigos, ni mejores amigas,  compinches, confidentes o como le digas, vine a estudiar, no a cursilerías como esa. Y ya que me toca compartir habitación con el "Huracán Victoria", tengo las siguientes reglas:

1.- Mis cosas son mías y de nadie más.

2.- No presto, regalo, vendo o cambio nada.

3.- No hago deberes o trabajos universitarios para nadie, así me ofrezcan un auto deportivo o una vida de servicio a mi favor.

4.- Mi parte de la habitación es mía, así que no quiero ni oírte respirar allí y mucho menos que la contamines con tu desorden.

5.- Nada de fiestas en la habitación.

6.- No fumo, ni bebo, así que por lo menos espero que eso sea respetado dentro de esta habitación.

Es todo! Por el momento.

- De qué mundo o universo paralelo fuiste expulsada?! -dije con un poco de asombro-. No pareces una chica de 18 años, pareces una vieja amargada de 70 años!

Se giró ignorándome y siguió ordenando sus cosas, tan metódicamente que rozaba en la locura del orden, incluso es de las personas que llevan su gel desinfectante en la mano y toallitas húmedas con desinfectante.

Yo empecé a hacer lo mismo (bueno, a tal extremo no), y sintiéndome igual que cuando mi mamá me regañaba, y no me gustaba sentirme así, se supone que al fin iba a gozar de la libertad de régimen materno y no pretendía y ni siquiera permitiría que el "régimen Sheyla" me sea impuesto.

- Oye!- dije alzando la voz para llamar su atención- Si crees que vas a venir a imponer tus reglas como "mamá mandona", estás equivocada!

Sheyla sonrió y dijo: - No creo que sea una "mamá mandona", pero si creo que debemos aclarar las reglas desde un principio. A mi no me gustan las estupideces ni la niñerías absurdas, yo vine a estudiar no a perder el tiempo y...

- Pues yo también vine a estudiar! No estoy aquí por mi cara bonita, o para conquistar chicos -dije furiosa- Vine porque también quiero estudiar y no perder el tiempo como tu dices, así que propongo algo -dije y suspiré- Tu no te metes en mis cosas ni en mi forma de vida y yo tampoco me meto en la tuya, tu a tu lado y yo al mío, y así tan amigas, o conocidas por lo menos.

Me gustan tus agallas -dijo- Trato hecho! -dijo- y me extendió la mano, yo se la di en señal de trato cerrado y cada una nos fuimos a nuestro lado del cuarto a organizar nuestras cosas. 

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MIL Y MILLONES DE DISCULPAS POR HABERME DEMORADO TANTO EN SEGUIR CON LA NOVELA, ME HAN SURGIDO SITUACIONES PERSONALES QUE NO VIENEN AL CASO, PERO TRANQUILOS QUE DESDE AHORA TRATARÉ DE SER MAS CONSTANTE EN MI HISTORIA.

NO SE LA PIERDAN QUE LO QUE SE VIENE SE PONE BUENO!!!

NOTA: Para quienes no entiendan algunas palabras, por fa escríbanme sus dudas, yo siempre estaré al pendiente para contestarlas.

VOOOTEEENN Y COMPARTAAAANNN!!!

VickyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora