Di que me recordarás - Justin Bieber y Tu. [2nda Temporada]

Capítulo 35 - Drew ha vuelto

ADVERTENCIA: Este capítulo contiene un pequeño contenido sexual, no es algo fuerte pero mi deber es avisar, pues si no es de tu agrado te pido que no lo leas y no lo denuncies (me borraron tres historias por eso y no quiero volver a pasar por lo mismo). 

¡A todas las demás, espero que  lo disfrutéis! Deja tu voto y tu comentario al final de este  capítulo para hacerme saber tu opinión.

Capítulo 35

Los besos de Justin descendían desde mi cuello hacia mi ombligo, haciéndome sentir un cosquilleo en la piel y en el corazón ¿realmente me había perdido esto durante tantos años?

Drew Senzhill ahora era Justin Bieber, el amor de mi adolescencia ahora quería ser mi marido y era el padre de el bebé que estaba esperando ¿quien lo imaginaria?

Le fui desabrochando la camisa entre besos, nunca tendría suficiente de ese hombre, como tampoco tendría suficiente vida como para poder asimilar todo lo que me estaba pasando en esos momentos.

-Estás muy pensativa- susurró a mi oído.

-Estoy pensando en lo afortunada que soy- le susurré besándole en el centro del pecho.

-Aquí el único hijo de puta afortunado soy yo, yo soy el que no merece todo lo que tu le das- dijo besando mi cabeza.

Me cogió por las caderas y me levantó, haciendo que mis piernas se enredaran en su cintura mientras me besaba.

-Tu mereces esto y mucho más- le susurré mientras besaba su pecho.

-Y también merezco poder disfrutar de mi mujer sin ninguna interrupción- dijo tumbándome en la cama.

Entonces la cama se hundió cuando Justin pegó su cuerpo al mío, deslizando sus manos por mi espalda y desabrochando mi sujetador con manos habilidosas, se ocupó de deshacerse de mi sujetador para empezar a prestarle atención a mis pechos.

-Son muy bonitos- dijo besándolos.

Ni siquiera pude responderle, pues mi mente estaba demasiado nublada por la excitación como para pensar en decir algún comentario coherente.

Con su mano aún sujeta a mi espalda, deslizó la otra entre mis piernas hasta llegar hasta mi sexo, tocándolo con manos hábiles y asegurandose que lubricara suficiente como para poder disfrutar de lo que vendría a continuación.

-Eres tan preciosa- dijo él besándome- ¿Estás lista?- me preguntó.

-S-si- dije temblando ¿que me estaba haciendo?

-Así me gusta- dijo riendo. - Preparada para mi.

Casi que podía sentir el orgasmo llegar sintiendo únicamente sus manos en mi sexo, ni siquiera le había hecho falta follarme para que llegara y me sentía impaciente por sentirle en mi interior.

-Dejate de juegecitos Bieber, te quiero dentro- dije gimoteando, ni siquiera sé si habia pronunciado claras las palabras.

-Tan impaciente- dijo con diversión- Vamos a hacerlo a mi manera princesa, no quiero que esto termine pronto.

-Maldito seas- dije entre gemidos.

-Este será un polvo de celebración y los polvos de celebración requieren mucho tiempo, tiempo que yo me voy a tomar con calma.

Mi cuerpo temblaba y se contraía mientras sentía como Justin se amoldaba a mi interior, paró de golpe. Lo quería todo. Lo quería a él.

-¿Me quieres dentro Juliette?- me preguntó.

También estaba excitado, lo podía saber por sus ojos brillantes, su voz temblorosa pero a la vez firme y su agarre firme pero dulce. Ese era el Drew que yo conocía.

-Si- respondí con la misma excitación que él.

-No te escucho cariño- dijo con una sonrisa burlona.

-Si, joder- dije aferrándome a sus hombros. Necesitaba sentir su piel.

-Dime lo que quieres cariño, dime lo que necesitas- dijo adentrándose un poco más en mi, no lo suficiente.

-Te quiero a ti, lo quiero ahora- dije entre gemidos- Por favor Drew.

Su cara cambió de repente, si, le había llamado Drew, como en los viejos tiempos. Me mostró una sonrisa satisfecha y embistió su miembro contra mi, haciéndome sentir toda su longitud.

-Vuelve a hacerlo- dijo entre gemidos.

-¿El que?- dije casi sin poder hablar.

-Vuelve a llamarme así- me susurró besándome.

-Drew- gemí su nombre.

-Muy bien nena, eres la mejor- sentía como mi orgasmo salía hacia el exterior.

-Más fuerte- gemí.

Sentí como embestía de nuevo contra mi, entrando de golpe, sin miramientos, haciéndome chillar su nombre de nuevo y haciéndome llegar sin miramiento alguno. Drew Senzhill había vuelto a mi.