capítulo 1

285 15 1
                                    

Esta historia puede tener errores de ortografía

Aclarado esto disfruten

:)

Cuatro años antes

Lo primero que siento al despertar es dolor, como mis piernas queman, intento moverlas pero no responden.
Abro un poco mis ojos pero el sol es tan fuerte que me obliga a cerrarlos, los abro poco a poco acostumbrandome a la luz, quiero levantarme pero mi cuerpo sigue sin responder, muevo mi cabeza para ver alguna cosa y no logró ver más que hojas secas en el suelo de tierra mojada.

Ya que no puedo moverme me quedo allí tirada y trató de recordar porque estoy así, pero nada viene a mi cabeza. El dolor es insoportable, arde y mucho. Ahora no es sólo en mis piernas, lo siento en mis brazos y espalda.

Me quedo así por lo menos diez minutos creo y ya estoy cansada, mis ojos comienzan a cerrarse y luchó para que se mantengan abiertos.
Tengo que estar alerta y el miedo que siento me da fuerza para mantenerme despierta.

- ayuda - digo con voz ronca pero apenas puedo escuchar mis palabras. Hablar también duele así que ya no lo intento más.

Permanezco así por tanto tiempo que ya perdí la cuenta de los minutos.
Estoy tan cansada y comienzo a tener frío.

Intento mover mi cabeza pero es inútil, lo intento otra vez, otra, otra y otra.

¡si! Pude moverla, la levanto lo más que puedo para ver mi cuerpo, pero me arrepiento en el momento que me veo.

Estoy en ropa interior, que en otro momento debió ser blanca pero ahora es negra por la tierra y roja con sangre, mucha sangre. Mis piernas tienen raspones y mi tobillo izquierdo esta hinchado, mi panza y mis brazos esta llenos de raspones tambien.
Miró un poco más alrededor y veo que estoy a unos pocos metros de una pequeña pendiente, es muy posible que resbale por allí.

Quiero irme de aquí ahora.

Intento mover mi cuerpo, Pero sólo consigo mover un poco mi mano derecha, Siento
Una puntada recorrer mi brazo y veo un gran corte que recorre toda la Palma de mi mano, se ve feo, esta muy sucia y es posible que se infecte.

Estoy empezando a desesperarme

Quiero irme intento mover mis piernas

Quiero irme puedo mover mis piernas

Quiero irme muevo mis brazos

Repito esto como un maldito mantra hasta que puedo mover todo mi cuerpo.
Intento ponerme de pie, Pero me lleva tres intentos lograrlo.
Mi cuerpo tiembla del frio y es cuando me doy cuenta de que se está haciendo de noche.

Doy un par de pasos y me detengo.
Mi cuerpo tiembla pero no del frío, sino del dolor. Siento lágrimas formarse en mis ojos, pero continuó.
Camino un poco más hasta llegar a un camino de tierra.

Creo ver algo un poco mas adelante asi que voy allí.

Cuando me voy acercando más veo que es un hombre con una linterna.
Entonces me doy cuenta que muy posiblemente me esté buscando a mi, que el sea la razón por la que estoy así. Quiero decir uno no esta todos los días con una linterna, en un bosque y de noche.

Doy unos pasos para atrás y piso una rama seca haciendo que se rompa con un crik.
El hombre se da la vuelta. Esta oscuro así que no puedo ver bien su cara pero puedo ver cuando sonríe para luego ver mi cuerpo, pero el ya no esta sonriendo y tiene una cara preocupada.

- ahí estas - dice dando un paso adelante haciendo que yo de uno para atrás. - pienso que tu eres la dueña de esto - levanta un lindo vestido floriado manchado con tierra. - lo encontré al principio del camino y estoy buscando a su dueña- dice esperando que contesté

Lo miró a el y luego el vestido, Pero no recuerdo que sea mío tengo como una gran nube gris en mi cabeza.

Me encojo de hombros para que sepa que nose nada sobre el vestido.

- oh bueno - dice rascando su nuca - escucha pequeña ¿tienes nombre? - no contestó eso, no porque no quiera sino porque no lo se- bien si no quieres decírmelo no importa Pero no puedo irme y dejarte así aquí - se mueve apuntando con su linterna a una camioneta a unos pocos pasos- este es mi auto, puedo llevarte a que vean esas heridas no se ven muy bien. Ven - dijo esto último caminado hacia su auto
Pensé en mis opciones que eran quedarme en el bosque y morir, muy posiblemente, o seguir al el hombre.

Opté por la segunda no muy segura.

Camine tan rapido como mis piernas y el dolor me lo permitían hasta llegar a la puerta que el abrió para mi.

- casi lo olvido mi nombre es Theodore - dijo cerrando la puerta tras de mi.

El hombre tiene un nombre ahora y por extraño que parezca me hace sentir mucho más segura.

El Donde viven las historias. Descúbrelo ahora