My life is a full of lies

123 6 0
                                    

Catorce años habían pasado desde que Narcissa había dejado a la recién nacida Livia Malfoy, ahora la chica rubia tenia catorce años y parecía no poder negar su lado Malfoy en cuento a apariencia se refería, aunque claro está que ella no sabía que los Malfoy eran su familia, y mucho menos que tenía un hermano mellizo, Andrómeda y Ted la habían criado con buenos principios y ella demostraba ser muy cariñosa pero impulsiva ya que le gustaba hacer todo a su manera, una chica hermosa no se podía negar, su cabello rubio lo mantenía larguísimo ya que odiaba cortarlo y a veces reprimía a Nymphadora por habérselo cortado, ya que la rubia hubiese deseado ser una meta metamórfica y tener su rubio cabello azul. Uno de sus amigos de la infancia era Ronald Weasley, el mas bien era su mejor amigo ya que Andrómeda solía llevarla en las tardes a la madriguera para que jugara cuando Dora iba a Hogwarts, pero cuando Ronald cumplió los once años recibió la carta para ir a Hogwarts y se distanciaron, ya que a ella cuando cumplió los 11 decidieron no enviarla y educarla en casa.

La mañana caliente despertó a Liv más temprano de lo habitual, se sacudió el cabello y miro a su alrededor viendo una maletas en el piso y sonrió solo podía significar una cosa, Dora estaba en casa, corrió escaleras abajo y se dirigió al comedor donde estaba su familia que la miraba fijamente, redujo la marcha y se sentó cautelosamente en la silla.

-¡Juro que yo no lo hice! – Dijo rápidamente la rubia al ver que nadie decía nada – ¡yo no deje las grageas de sabor a vomito a propósito para que el muggle las comiera! –

-Liv, amor no te queremos hablar del chico muggle, pero si hiciste eso muy mal por ti – dijo Ted guardándose una sonrisa, la rubia los miro confundida.

-Y si no es el chico muggle... ¿Qué es? – Dijo pensativa – ¡Yo no le lance las ranas de chocolate las chicas muggle que se burlaban de la otra chica muggle por vestir mal! –

-¡Livia! ¡Por Merlín! ¿Qué hiciste qué? – dijo Andrómeda mirando reprobatoriamente a la chica.

-Ellas se lo merecían, se creen que porque se ven geniales con sus ropas muggle pueden hacer que los otros se sientan mal – Ted miro a Liv sonriente y ella le devolvió la mirada.

-Pero si no es eso... a ya se... ¡Dora me llevara al mundial de Quidditch! ¡Siempre he querido ir!, ¿Me llevaras Dora? –

-No lo creo Liv, es muy peligroso, los aurores piensan que los mortifagos pueden atacar en cualquier momento – Dijo Dora cruzándose de brazos.

-Vamos Dora, quiero ir, siempre he querido ir a un mundial de Quidditch, sabes lo mucho que me gusta – repuso Liv haciendo pucheros, Dora rio.

-Si mama dice que sí, entonces te llevare, pero ella tiene la última palabra – ese fue el fin de la discusión y Liv miro a Andrómeda.

-Mama... ¿Me dejaras ir? – Su madre la miro mientras ella ponía carita de perrito hambriento.

-Liv... querida tu padre y yo tenemos algo importante que decirte... - dijo Andrómeda armándose de valor, Liv la miro asustada.

-¿Qué sucede mama?- Ted la miro y luego a su esposa.

-Bebe... ¿sabes que te amamos verdad? – Liv asintió – pero hay algo que debes saber, Ted y yo... no somos tus verdaderos padres.

-¿Cómo qué no? Sabes mama, ¡ese es un chiste de mal gusto! – dijo la rubia intentando reír pero las palabras no le hacían gracia.

-Yo en realidad soy tu tía y Dora tu prima, tu verdadero nombre es Livia Malfoy, no Tonks – las lágrimas bajaban por las mejillas de Liv.

-¿Y por qué no me la habías dicho antes? – le pregunto a su madre con la voz entrecortada.

-Eras muy pequeña y pensé que no te lo tomarías bien, y no lo estás haciendo – una lagrima solitaria bajo por la mejilla de Andrómeda, Liv se puso de pie y la abrazo.

-No me importa si no eres mi madre biológica, para mí siempre serás mi mama y Ted siempre será mi papa y Dora siempre será mi hermana, jamás voy a dejar de quererlos – les dijo Liv abrazando fuertemente a Andrómeda, esta le dedico una sonrisa.

-Pero debes saber porque tu mama te dejo a mi cuidado – le dijo, para que Liv se volviera a sentar – como sabes yo tengo dos hermanas, Bellatrix y Cissy que es tu mama biológica, ella vino contigo cuando apenas tenías hora de vida y me dijo que te cuidara ya que estabas en peligro, tu padre Lucius Malfoy es un mortifago, eso quiere decir.... –

-Que trabaja para quien no puede ser nombrado – dijo Liv, Andrómeda asintió y le dedico una sonrisa.

-Entonces cuando naciste, Cissy pensó que estarías en peligro ya que se supone que los mortifagos solo tienen un hijo por cuestiones de seguridad ya que Él dice que son una pérdida de tiempo, lo que significa que tú tienes un hermano, mellizo más bien, llamado Draco Malfoy, pero el al ser chico, no corría tanto riesgo como tú.

Ellos no podían esconderte, ya que Bellatrix vive o vivía allá, y ella con tal de hacer feliz al señor oscuro te hubiera delatado hasta incluso matado – Liv miro a su madre pensativa.

-¿Nadie en nuestra familia es normal? – pregunto, haciendo que Andrómeda sonriera.

-Solo yo – le contesto, haciendo que riera – tu hermano creció odiando a los nacidos de muggle y a los mismos muggle, así que, no me sorprendería que si de un día para otro empiezas a llamar a la gente Sangre Sucia -.

-Me conoces más que eso mama, jamás haría algo así, si puede que yo sea una Malfoy de nacimiento pero en el corazón soy una Tonks – Ted sonrió al oír eso.

-Eso quiere decir que te hemos criado bien – dijo Andrómeda – y.... te tengo una sorpresa Liv.

-¿Aún hay más? – pregunto emocionada.

-Iras a Hogwarts este año – la rubia pego un salto y empezó a bailar por todo el comedor.

-Iré a Hogwarts, iré a Hogwarts, iré a Hogwarts – cantaba mientras bailaba alrededor de la mesa, todos reían al verla tan feliz – una pregunta.... ¿Allá estudia el chico... Draco verdad? –

-Sí, pero no debes decirle nada, a menos que él te lo diga primero, aunque no creo que Cissy le haya dicho algo – dijo Andrómeda mirando a Liv – mañana iras la callejón Diagon a comprar lo que necesites para el curso.

-No quiero quedar en Slytherin – se apresuró a decir Liv, haciendo que Ted y Dora rieran.

-Yo estuve ahí y no es tan malo – se defendió Andrómeda riendo.

-Quiero ser Gryffindor como Sirius, por cierto... ¿cuándo lo visitaremos de nuevo Dora?, quiero ir a Grimmauld Place – Andrómeda sonrió.

Si Dora quiere pueden ir después de visitar el callejón Diagon, allí Sirius podrá contarte todas sus historias fascinantes de sus tiempos en Gryffindor – dijo Ted haciendo que Liv sonriera.

-¿Dora me llevaras al mundial? – le pregunto mirándola, Dora negó con la cabeza sonriendo.

-Ya que más da, pero a la más mínima señal de peligro te traigo de regreso – le dijo Dora con voz firme y Liv asintió.


The secret  (Harry Potter) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora