La erótica del no poder
-¡Matt! ¡El desayuno está listo!- grité mientras servía los huevos con tocino en un plato. Acomodé el desayunador y apagué la estufa en dónde calentaba el agua para el café. Matt salió del pasillo de la habitación colocándose la corbata y descalzo.
-Madrugaste- dijo mientras me daba un beso en la mejilla, se sentó en el banquito y comenzó a comer –Mmmm... delicioso, me encanta son mis favoritos-.
-¿Te pongo el café?- pregunté mostrándole la cafetera con el agua caliente.
-Tú me pones, el café me lo sirves-
Mordí mis labios mientras le regalaba una sonrisa y le servía el café, recargué los codos en el desayunador y me incliné para que notara mis pechos desnudos que se asomaban por el escote de la camiseta, la cual me quedaba enorme. Sus ojos subieron captando mi insinuación y dio un sorbo al jugo, iba a decir algo pero en eso sonó su celular y salió de inmediato a por el.
-Sí... okey... entiendo...aja- estaba recorriendo toda la sala descalzo y hablando por teléfono con quién sabe quién, yo sólo lo miraba, miré su plato y terminé de comer lo que le faltaba, lo levanté para lavarlo-
-Bien, llego en unos minutos, diles que la cirugía será a las 11:00 am- colgó.
-¿Operas hoy?- pregunté mientras lavaba el plato, sentí sus manos metiéndose por debajo de la camiseta que me quedaba unos centímetros por debajo de mi trasero, besó mi cuello y pegó su cuerpo contra mi espalda para comenzar a masajear mi culo por encima de mis diminutas bragas. Cerré la llave del agua y me aferré contra la orilla del lavaplatos, levanté mi trasero para que pegará contra su pelvis y me moví circularmente -¡Ah!- gemí en cuando sentí su miembro chocar contra mi –Quiero follarte- susurró a mi oído sin dejar de masajear, cerré los ojos y metí una de mis manos dentro de mis bragas.
Justo cuándo iba a tocarme volvió a sonar el celular de Matt -¡Joder!- se detuvo y tomó la llamada algo irritado, puse los ojos en blanco y terminé de lavar el resto de los utensilios sucios.
-Diles que llego en 20 minutos, no más ¿Okey?- se dirigió a la habitación y luego de unos segundos salió con los zapatos puestos y la corbata a medio poner.
-Debo irme- puso cara de decepción y me besó, tomó las llaves del Audi y su bata –No me esperes para comer-
-¡Espera! Déjame acomodarte la corbata- hice un nudo para acomodarla y me puse de puntitas para acercarme a sus labios -¿Llegarás temprano hoy?- dije con voz mimada.
Sonrió y me dio un pequeño beso –Yo te hablo ¿Sí?- acarició mi mejilla y salió del apartamento lo más rápido que pudo, ya iba tarde.
Me encantaba ver a Matt vestido con su bata blanca, adoraba que fuese un médico excepcional, hacía unos meses lo habían ascendido a jefe de cardiología, estaba muy orgullosa de él, pero el único inconveniente de eso era qué había una gran cantidad de pacientes que debía atender diariamente, más que antes, y prácticamente no tenía descanso. Últimamente sólo lo veía los sábados en la tarde y los domingos, pero esos días los usábamos para visitar a sus padres y a los míos, o ir al supermercado entre otras cosas domésticas.
Tomé una ducha y me arreglé algo apurada para llegar temprano a la boutique, yo era la dueña así que debía abrir todos los días antes de que mis empleadas llegaran. Al llegar acomodé unas prendas que no estaban en su lugar y comencé a correr las cortinas para empezar un nuevo día.
Eran cómo las tres y cuarto, una pareja de novios entró a la tienda, la chica era rubia de ojos verdes, alta y con un buen gusto para vestirse, me miró y me sonrió, le devolví la sonrisa, el chico, que era bastante guapo la tomó por detrás y la besó en la mejilla, ella se giró y comenzaron a besarse apasionadamente, claramente se podía ver como sus lenguas jugaban entre sí, en eso la chica le dio un pequeño empujón y acomodó su cabello, me miró de reojo, cómo para comprobar si yo los había visto, rápido quité la mirada pero me sonrojé.
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La erótica del no poder
RomancePequeñas historias pasionales de una pareja de esposos ¿Curiosa? Miniserie ShortFics +18 Vocabulario Fuerte