Mi nombre es Amanda Robinson, desde hace 9 años que vivo con mi madre en la ciudad, muy lejos del pueblo donde vive mi padre. Mis padres se separaron cuando yo tenia 8 años de edad, era algo que se esperaba que sucediera ya que por la única razón por la que se casaron fue porque madre estaba embarazada de mí. Nunca se llevaron precisamente bien, aunque hacían lo que podian; no estoy diciendo que se odien, porque no es así, lo que sucedió h
fue que simplemente no funcionaron como pareja.
Cuando me fui del pueblo era tan solo una niña linda y dulce, tenía muchos buenos amigos en los cuales confiaba, Celeste y Diana mis mejores amigas niñas de la infancia, y mis dos mejores amigos preferidos Damián y Cristóbal; ellos siempre formarán una parte importante en mi vida porqué fueron los primeros amigos que tuve, no los he visto desde que tenía 8 años, nunca regresé.
Con la única persona con la que mantuve contacto fue con mi padre, dos veces a la semana lo llamo para saber como se encuentra y algunas veces realizamos video llamadas, él viene a verme sólo una vez al año ya sea para mi cumpleaños o para navidad, pero solo pasa aquí unos cuantos dias y luego tiene que regresar por asuntos de trabajó o por su otra familia, después de que mis padres se divorciaran se supo que mi padre había dejado embarazada a su ex novia Lucia tiempo antes que a mi madre, pero ella al enterarse terminó con mi padre y se fue, después ella se enteró que él se habían casado y esperaba un hijo así que nunca le dijo que yo tenia un hermano llamado Diego, actualmente mi padre está casado con Lucia, se casaron hace algunos años y me llevó muy bien con ella y con Diego, pero no los conozco demaciado porque prácticamente nunca los veo.
En cuanto a mi madre pues ella también rehizo su vida se casó con Pablo y es muy felíz, al menos eso creó, nosotras tenemos una relación mucho más delicada desde que se casó porque ella o esta trabajando o esta con él, casi no pasamos tiempo juntas y la verdad ya me acostumbre, desde hace mucho tiempo que soy independiente.
Cambié desde que vivo en la ciudad, ya no soy una niña, soy todo menos eso, estoy acostubrada a hacer lo que quiero, mis padres me lo dan todo en lo material ¿pero y lo demás? Yo me he hecho esa misma pregunta por años. Estás vacaciones de verano las pasaré en casa de mi padre, según él necesitamos "pasar más tiempo juntos", hasta ahora se da cuenta, es en serio. Tendre que dejar a mis amigos, los planes que tenia, mi vida; lo bueno de todo esto es que podre ver a mis amigos de la infancia, saber que fue de ellos y poder conocer mejor a Diego. Se que suena a un típico cliché, pero no lo es, no lo soy.
- Amanda! - gritó mi madre desde el piso de abajo.
-¿Que quieres? Estoy terminando de empacar - dije cortante. Pude escuchar sus pasos por el pasillo hasta que se detubo en el umbral de la puerta, que se encontraba abierta.
- Solo vine a despefirme antes de irme, ya que no nos veremos hasta que Pablo y yo regresemos de nuestro viaje a Alemania, seguramente tú volveras antes que nosotros de la casa de tú padre - esto es a lo que me refiero, siempre se la pasan de viajé. Fijó su mirada de un precioso color azul en mis ojos que también son azules sólo que en un tono más intenso.
- De acuerdo, esperó que se la pasen muy bien - le dedique una pequeña sonrisa forzada y luego regresé a terminar de guardar mi ropa en la maleta que ya se encontraba casi llena.
- Comportate cuando estes en casa de Omar, solo sera un mes, no quiero que le causes problemas, me entendiste Amanda - dijo con la voz firme y una mirada de advertencia.
- Lo podria intentar, pero no quiero. No voy a ser algo que no soy - dije mientras la miraba de pies a cabeza, tenía que admitir que mi madre era preciosa, cabello color caramelo, ojos azul claro y una figura impresionante,que se resaltaba con ese hermoso vestido color verde palido, sin mangas y algo ajustado al cuerpo hasta poco arriba de la rodilla, mi madre es una famosa pintora de obras tan hermosas como ella...
