• D I E C I S É I S • Un robo accidental y un idiota encantador. [E. N.]

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¡Aquí os traigo el ESPECIAL NOCHEVIEJA!

Pude ver como las pupilas azules de Skyler se oscurecían, haciendo de sus ojos un oscuro mar lleno de lágrimas. Al contrario, Megan parecía estar petrificada.

-¡Skyler, espera! -dije intentando quitarme de encima a Tyler, y observando al mismo tiempo como Sky huía del lugar con Megan tras ella- ¡Vamos, levanta! -le espeté al idiota de mi vecino.

Conseguí salir de entre aquellas telas, y comencé a correr detrás de Sky como si la mismísima Yandere-Chan me persiguiera. Un ruidoso pitido comenzó a sonar de fondo, y cuando me quise dar cuenta, me encontraba en el suelo, con dos policías tirados encima mía en lo que parecía un intento de placaje.

-¡Pero seréis estúpidos! -grité- ¡Quitaos de encima, soy una ciudadana libre! ¡Mis padres pagan los impuestos!

-Está usted arrestada por intento de robo -dijo el policía más alto levantándome del suelo y esposándome en medio del centro comercial. Pude oír flases, cuyo objetivo probablemente fuese yo. En ese momento, me di cuenta de que había abandonado la tienda con el body puesto, por lo que probablemente hubieran pensado que trataba de robarlo.

-Esto es un malentendido -expliqué- ¡Eh, pero si eres Fred! -dije mirando su placa y acordándome de la última vez que me detuvieron en el centro comercial- Vamos, ¿vas a arrestar a una vieja amiga? -le pregunté sonriente.

Me dirigieron a la diminuta comisaría de la otra vez. Entrañables recuerdos, pensé irónica.

-¿Tú otra vez? -comentó el viejo de la vez anterior.

-Pero esta vez es por un malentendido, lo juro -dije acompañándome de una cara de cachorrito.

-Sí, ya veo. De echo, todos los que vienen a parar aquí son detenidos por malentendidos. Explíqueme usted el suyo -dijo irónico mientras iba de un lado a otro de la sala.

-Pues... He salido corriendo de la tienda con la ropa que venden allí puesta, y sus "amables" guardias lo han confundido con un robo.

-¡Oh, claro, eso lo explica todo entonces! Veamos si sus padres lo ven también como un malentendido.

...

Mis padres no tardaron en presentarse cuando el policía los llamó. Mi madre no me dirigió la palabra en todo el camino a casa en coche, por lo que supuse que estaría más enfadada que la vez que me bañé con Coca-Cola. Parecía un gusilú. ¡Pero la culpa no fue mía, si no de Brent! "Todas las chicas guays lo hacen, Samantha. ¿Acaso tú no eres guay".

Normalmente mi madre me hubiera soltado lo angelical y perfecta que era ella a mi edad, y lo orgullosa que estaba la abuela de ella, y que, sin embargo, yo no era más que un manchurrón en el expediente de los Hastings.

Me apeé del coche con miedo a lo que pudiera pasar una vez dentro de mi casa. Probablemente todavía no me habían reñido por no mostrar un escándalo en público. Crucé el umbral detrás de mis padres, y cerré la puerta.

Nada. Pasaron los días, las semanas, y por más que intentaba explicar que fue un completo error, mis padres seguían sin dirigirme la palabra.

Por otro lado, mi vida en el instituto era horrible. Me pasaba el día persiguiendo a Skyler suplicándole su perdón, e intentando hacerla entrar en razón. Comía sola en una mesa, apartada del resto del mundo, soportando a los imbéciles que iban y venían, y que cuando pasaban por mi lado me recordaban el bochornoso acontecimiento del centro comercial. Dieron incluso las vacaciones de navidad, y yo seguía sin vida social. Aunque, ¿acaso antes la tenía?

-Samantha -dijo mi madre indiferente-, esta noche tu padre y yo saldremos con la empresa a tomar las uvas, y Brenton se irá a una fiesta con Kody. Tú te quedarás aquí en casa. Prohibido salir, llamar a alguien para que venga o dejarlos pasar. ¿Está claro?

The DUFF • [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora