Mérope: La bruja y el muggle azul
Era en el amanecer del día siguiente, cuando Galeón consiguió llegar a Hangleton…fue un caballo realmente resistente, impresionante. Mérope se había dormido a lomos de el y cuando sintió que Galeón ya no corría más abrió los ojos y vio que ya estaban en casa.
Mérope se bajó de Galeón y le acarició el hocico dándole unas palmaditas en el cuello como gesto de agradecimiento, Galeón asintió y le dio un empujoncito hacia la casa, ambos se diriguiron a la vieja villa Gaunt, entraron y Galeón se tumbó en el césped y comenzó a comer algunas manzanas que habían en el suelo, se lo merecía, había hecho un buen recorrido y debía descansar…
Mérope entró y vio a Eddy durmiendo con su querida serpiente cascabel, pero no vio a Tom…
Salió al jardín y lo buscó, se percató de que Tom estaba tumbado junto a un árbol… un árbol familiar…
Mérope se acercó a él y se sentó, Tom estaba adormilado, pero se percató nenseguida de su presencia.
--- ¿M-Mérope?--- dijo sorprendido.
--- Ya estoy aquí --- dijo ella en voz baja.
--- ¿Qué ha pasado?--- preguntó Tom incorporándose de sopetón.
--- He estado toda la noche cabalgando con Galeón… --- dijo simplemente ella.
--- ¿Qué ha pasado con el principito?--- preguntó él irónicamente.
Mérope comenzó a llorar, Tom la abrazó y le secó las lágrimas con la mano. Mérope logró contarle lo ocurrido, Tom se puso furioso ante las rudas palabras que le había dicho el príncipe a Mérope.
--- No pienses en ese fantasma, piensa en otra cosa… por ejemplo, ¿recuerdas este árbol? Aquí fue la primera vez que te tuve en mis brazos, cuando Galeón se me escapó y vino hacia aquí, tu estabas subida y agarrada en las ramas, te caíste y yo te cogí --- recordó Tom sonriendo.
Mérope sonrió tímidamente al recordarlo…
Mientras tanto, en otro lugar llamado Londres, un infante se casa:
Edwino caminó hacia el altar, se arodilló ante el cura y esperó la llegada de su prometida, mientras tanto, en sus últimos minutos libre, recordó a la joven plebeya a la que había despreciado de aquella manera…
--- Huye ahora que estás a tiempo --- murmuró el cura en voz baja.
Edwino levantó la cabeza y miró al cura.
--- ¿Perdone?--- susurró el rubio.
--- Tu y yo sabemos, que no quieres casarte con esa falsa de Valerina, Edwino de Bluered, tu no la amas, no la quieres, recházala, aún estas a tiempo.
--- Padre, usted que sabe, es mi deber…---dijo el príncipe discretamente.
--- Te arrepentirás para el resto de tu vida… Mérope se merece lo mejor, aunque vos, no os la merecéis… ---replicó el cura discretamente.
Al oír su nombre, Edwino dejó caer una lágrima de sus ojos, ahora la gente pensaría que estaba emocionado y no levantaría sospechas…
La novia llegó, Edwino oyó como la gente se levantava de sus sitios. El momento había llegado… en cuestión de segundos…
La novia se arrodilló junto a Edwino y el cura soltó un suspiro, la ceremonia comenzó.
--- Queridos hermanos, estamos hoy aquí reunidos para unir en santo matrimonio a el príncipe heredero de Inglaterra, Edwino de Bluered y a la noble Valerina de Barbaracketa…