Capítulo 9

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Estuve deambulando sin rumbo por mi discoteca. 

Esta vez todo estaba decorado como una peli antigua pero como nadie llevaba máscaras, supuse que no sería tan difícil encontrarla,

Me acerqué al bar a tomar algo y allí me encontré a mi ángel. Tenía la misma ropa de antes solo que ahora su pelo estaba recogido hacia adelante y tapaba una gran parte, ocultando ese escote donde sus tetas jugaban a asomarse. 

Ella me mira por un momento y un escalofrío llega a mi entrepierna. Santa vaca. Solo su mirada me volvía loco. Me coloqué a su lado, y me presenté

-Hola... de nuevo. Me llamo Eric 

-Hola Eric, soy... -dejó que la música callara sus palabras, pero ni movió los labios, es decir que no me quiso decir su nombre- ¿que tal?

-Bueno, bien, pero no me has dicho tu nombre -intento sonsacar dándolo una sonrisa lobuna

Abre más los ojos y me devuelve la sonrisa y guau, que sonrisa tan dulce y sexy a la vez

-¿Para qué quieres saber mi nombre?

-Bueno Ángel si no me lo quieres decir... -se queda un momento boquiabierta y me confundo bastante

- ¿Que me has llamado? -fruce el ceño. Le frunzo el ceño también

--Te llamé ángel porque no sabía como decirte... -respondo confundido, pero mi ceño aún firme en mi frente.

-Bueno, me ha sorprendido Eric. Mi nombre es Angélica -dice y sonrie, con ojos que podrían haber quemado el local.

-Mmmmm... bailamos Angélica -digo feliz de saber AL FIN su nombre, después de tanto tiempo, merició bien la espera, porque ahora bailaría conmigo y con ese sensual vestido...

La llevo a la pista y empieza a moverse bastante bien a mi lado, pegando cada parte de su cuerpo a mi, moviendo sus caderas rozándome y excitandome de una manera no muy normal...

Después de un baile muy sensual, ambos estamos algo sudados, pero lo suficiente como para verse jodidamente sexy, como si acabara de tener sexo conmigo, esa idea me calienta y ella se gira y me mira el miembro ya erecto, mordiéndose un labio, con deseo... mucho deseo.

Intento calmarme, pero su mirada me quema y me enciende... entero.

-¿Vamos para mi casa? -Dice después de unos cuantos bailes más, muy pícaramente, dando a entender que el baile podría seguir en su casa, tal vez sin ropa...

Y una vez más, me dejo llevar por ella.

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**Lo sé, jodidamente pequeño, pero no me odien, intentaré subir seguido. También lean mi otra novela de UNA HISTORIA MÁS. No es lo mismo que esto, es más romance pero espero que la lean.

LAS QUIERO MIS PEQUEÑAS PERVERTIDAS Y PERVERTIDOS

LATERS BABY** 

Tu, yo, sexo, piénsaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora