8) LAS REINAS DEL COLEGIO

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Al despertarme vi mi celular y noté que tenía un mensaje de Tina.

TEXTO:

- Candy, voy a pasar a buscarte a las 8:00 para ir al colegio, chau.

FIN DEL TEXTO.

Miré mi celular y eran las 7:55. Me pare bruscamente de la cama y me fui a cambiar. Me puse un short negro con una blusa de flores.

Baje las escaleras y justo en ese momento escuché que alguien tocaba el timbre. Antes de atender fui a la cosina para despedirme de Margaret pero no se encontraba ahí. Encontré una nota en la mesa que decía "me fui a la ciudad por tres días, besos Margaret". Me quedé más tranquila al leer estoy y fui a atender.

En cuanto abrí la puerta vi a mi amiga apoyada en piso.

- ¿Por que tardaste tanto? Me pregunta Tina como si hubiera esperado por horas.

- Sólo fui a ver algo exagerada. La agarré de la mano y la ayude a levantarse.

- ¿Por que ayer te fuiste de la fiesta sin mi?

- Vos te habías ido con Finn, y no tenía ganas de esperarte sentada como una estúpida.

- Bueno, tranquila. ¿Qué vas a hacer hoy?

- ¿Por que me preguntas sobre Ian?

- Nunca lo nombre Candy. Creo que estas pensando mucho en el.

- No sólo que, no importa olvídate. Le digo mirando al piso.

- ¿Paso algo ayer entre ustedes dos?

- No, sólo fuimos a tomar un helado.

-¿Qué? ¿Salieron y no pensabas contarme nada?

- No fue nada importante, casi no hablamos. Lo raro es que cuando llege de la fiesta el estaba esperándome en mi casa.

- Tal vez Margaret lo conoce. Pregúntale.

- Si, eso voy a hacer.

Cuando llegamos al colegio Tina se fue con Anita y yo me dirigí al baño. En cuanto entre vi a dos rubias que parecían ser gemelas.

- Hola. Les digo tratando de ser buena.

- ¿Quien te crees para hablarnos? Me dice una de ellas.

- Pobre chica, cree que es algo en este colegio. Me dice la otra.

- Pobres ustedes que creen que son tan importantes pero en realidad nadie las conoce.

- Se ve que sos nueva. En este colegio nosotras somos las que mandan y el resto no es nadie. Me dice la más alta acercándose a mi

- Salvo que nosotras decidamos que es digna de estar con nosotras. Dice la otra haciendo lo mismo que su hermana.

- Ahora no nos dirigas la palabra. Por cierto me llamó Mía y ella Julieta, no te acerques a nosotras. Me dice la que parecía ser la líder.

- Un placer conocerlas. Les gritó pero obviamente no me escucharon.

Al salir del baño salí corriendo a mi clase. De la nada alguien se cruzó en mi camino y caímos al piso. Al levantar mi cabeza vi a Ian con su mano en la nariz.

- ¿Estas bien? Le digo mientras me levantó.

- Si, no paso nada.

- Perdón, es que estaba llegando tarde.

InfiltradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora