The Baddest Female (K-Pop) [2NE1]

Capítulo 28: Un maravilloso padre.

Chae Rin se acerca con sigilo a la pequeña cuna y se inclina para apreciar mejor a la dulce pequeña que ahora la mira y sonríe. Un agradable y cálido sentimiento se apodera de su soberbio corazón, y la maternal expresión que adorna su pálido rostro se acentúa.

<<Por Dios, esta hermosa criatura es encantadora>>, piensa ella, mientras sigue contemplándola. Es adorable ver cómo balbucea y agita los bracitos, como si suplicara ser alzada. Es maravilloso ser testigo de la fragilidad, el apego y la inocencia que irradia este lindo ser. Cielos. La oriental está a punto de sujetarlo, estrecharlo y llenarlo de besos. Pero las malditas dudas vuelven a atormentarla.

¿Por qué esta hermosa niña está en el apartamento de Víctor? ¿En verdad es su hija? La popular damisela morirá si es así. ¿Acaso sus sospechas son acertadas? ¿Él está casado? ¿Eso es de lo que Karina intentaba advertirla en Londres? ¿El tonto extranjero ya ha formado una familia? Rayos. A ella se le hace un nudo en la garganta al imaginarlo. Sería tan profundamente desgarrador enterarse de que él es ajeno.

¿Dónde está la madre de esta pequeña?, continúan surgiendo las inquietantes preguntas. ¿Acaso abandonó al occidental y a su hija? Demonios. Entre más analiza la situación, ella más se asusta. El torpe foráneo es tan misterioso.

Él dijo que esta no es la primera vez que visita Corea y que, en el pasado, residió en Seúl durante unos meses. ¿Por qué? ¿Acaso había algo que lo mantenía atado a la ciudad? ¿Fue su matrimonio con la progenitora de esta tierna criatura? ¿Dónde está ella, caramba? ¿Se divorció de él? O quizá nunca se casaron... ¡¿Víc es un padre soltero?! Dios, ¿ese es el secreto que él guarda celosamente? ¿En realidad es este el destino que él mencionó antes, por el que tuvo que volver al país y que tanto insiste en ocultar?

Un ligero mareo la urge a aferrarse a los bordes de la frágil cuna. Ella está tan confundida y llena de intriga, que podría perder la razón. Mas la dulce sonrisa de la inocente niña la tranquiliza de inmediato. Ella también sonríe y toma entre sus manos los diminutos dedos de la nena. Emocionada, se inclina un poco más con la intención de besar las suaves y pequeñas mejillas.

En este preciso momento, Víctor sale del dormitorio. Rápidamente ella se yergue, abre los ojos con asombro y palidece al ver que otro niño, de aproximadamente cinco años, lo acompaña.

—¡¿Otro más?! —exclama ella, atónita.

Un estruendoso ladrido, proveniente de la habitación del fotógrafo, sobresalta a la rubia. Es Daisy quien, furiosa, corre hacia la artista con la intención de atacarla. Temerosa, CL grita y salta sobre el sofá.

Maldición. Ella abía olvidado a este desagradable animal. La asiática fija su aterrorizada mirada en los afilados colmillos de la mascota. Estaba tan absorta descifrando los sentimientos que recientemente han aflorado en su inexperto corazón, que dejó de preocuparse por ganar la confianza de la agresiva fiera.

El gallardo latino alza la voz y ordena callar a la alterada canina. Ésta obedece y, sumisa, regresa y se acomoda a su lado. Sin embargo, se mantiene alerta, con la cabeza y las orejas alzadas, aguardando el primer movimiento erróneo de su víctima para arrojarse sobre ella.