Siempre a las cuatro de la tarde con quince minutos ella abordaba el colectivo. Llevaba dos meses observándola, caminando por aquel lugar.
Se enamoró de ella desde el primer instante.
Era muy seria, siempre tenia el seño algo fruncido, llevaba paso firme y apurado.
A Ev le gustaba mucho su cabello negro con rulos al final. Su mechón celeste que siempre le rozaba la ceja.
Se imagino muchas veces peinando aquella cabellera. Besando esos carnosos labios. Apretando sus senos.