-Hola.-
Ev estaba nervioso. Se rasco la sien con el arma.
-Se que debes estar asustada. Pero... Tranquila, si? Te quitaré esas horribles cosas que deben estarte molestando. Claro, luego de explicarte un par de puntos.-
La chica parpadeó, tenía unos enormes y redondos ojos. Con largas pestañas. Ev se aflojo la corbata y se desabrocho el primer botón de la camisa.
-Primer punto: Me llamo Ev, mucho gusto. Segundo punto: Cuando te quite la mordaza, eso es el punto número cuatro, debes comprender que por más que grites nadie podrá escucharte. Ahórratelo para más tarde.-
Ev sonrió de medio lado.
-Tercer punto a tratar...Mm... Veamos...-
Ev se puso el arma bajo el brazo y enlazo las manos extendiendo pulgares e índices. Un gesto muy común en el últimamente.
-Tu, eres la afortunada chica que ha logrado... Captar mi atención. En otras palabras, eres mía y desde ahora tu nueva vida comienza.-
Ev le dio una sonrisa completa.
-Cuarto punto, quisiera saber tu nombre. No es que sea relevante pero me he pasado adivinando estos meses y ninguna de mis opciones ha terminado de convencerme.-
Luego de aquello Ev procedió a quitarle el pañuelo negro que habían anudado con fuerza en su nuca. La chica movió la mandíbula a ambos lados, dio un suspiro y eso fue todo.