He sentido que no puedo parar de hablar de ti, de que te has enganchado en mis vértices y que me da miedo que te quedes, haciendo costra, quemandome y hurgandome hasta que sangre. Por que no entiendo la sonrisa que cubre mi rostro cada vez que oigo pronunciar tú nombre, que sé perfectamente que no es correspondido pero que son cosas que no se pueden evitar simplemente llegan como un huracán y arrasa con todo lo que este delante. Como tú. Que no soporto la presión que has creado en mi pecho y que lo único que quiero es deshacerme de ti y de los restros de perfume y de piel que has dejado en mi.