My curse [m-preg]

Capítulo 5 ~ El perdón de los ancestros

5.

Se despertó cogiendo aire violentamente. Su cuarto apestaba a algo que no sabía ubicar... Bueno, lo cierto era que no olía tan mal, pero era algo a lo que no estaba acostumbrado, pero a la vez lo sentía familiar. Intentó mover su brazo, pero estaba atrapado bajo algo. Tiró de él y pudo liberarse para poder frotar su cara con ambas manos.

Gruñó disgustado porque su dolor de cabeza le martilleaba la sien y le impedía recordar cómo había llegado a la habitación. Segundos más tarde casi se cae de su cama al escuchar un resoplido a su lado. Se encontró con una cabellera castaña totalmente despeinada.

Quien fuera estaba boca abajo respirando pausadamente, para acto seguido resoplar de nuevo y oírlo ronronear suavemente. Aquella persona se giró para ponerse bocarriba y Derek soltó un grito al ver que se trataba de la pantera.

Stiles abrió los ojos en guardia y se colocó en posición de ataque, para luego perder el equilibrio y caer de culo al suelo. Se quedaron los dos observándose con los ojos entrecerrados y el castaño siseó cabreado.

-¡¿Por qué me hiciste beber?!

-¡Te ofrecí el vaso y no te negaste! -le acusó el lobo cruzando los brazos.

La pantera gruñó contrariada y evaluó los daños por si lo había herido, pero al ver que estaba perfectamente lo miró con ojos acusadores. Sin decirle nada más se fue de la habitación.

Derek se dejó caer en la cama y se pasó las manos por el pelo, agobiado. Había sido un penoso primer acercamiento, pero al menos habían avanzado de sólo gruñirse a al menos poder hablarse casi como personas normales.

¿Cómo coño se había desmayado tan rápido por culpa del alcohol? Otras veces que había bebido no se había puesto así, pero la noche anterior había caído fulminado. Y el castaño lo había llevado hasta su habitación, demostrándole que no le tenía tanto asco.

Recordó las palabras de la pantera la noche anterior, que quería que hubiera indiferencia entre ellos, no el odio irracional que sus razas le habían marcado. Pero Stiles había traspasado la indiferencia que decía querer tener hacia Derek y lo había llevado hasta su cuarto, y le hizo reír levemente. Aquella pantera era realmente blanda, cualquiera de las otras habría aprovechado y hubiera acabado con él.

Quizás Stiles realmente era parte de aquella maldición. O todo era fruto de una casualidad.

***

-¡Hombre Stiles!

Tragó saliva al ver a su alegre compañero de habitación saludarlo con una sonrisa mientras recogía su parte del cuarto. Maldita sea, ¿desde cuándo Isaac madrugaba para ordenar?

-Hola -saludó de mala gana sentándose en su cama y dejándose caer encima de ésta.

-¿Dónde has estado? La última vez que te vi subías a cuestas al chico alfa...

-Pues hasta hace cinco minutos estaba con él. -Antes de que el otro pudiera sacar conclusiones precipitadas, Stiles levantó la mano-. Simplemente lo llevé a su cuarto porque estaba muy borracho y yo no tenía ganas de volver, así que dormí allí.

-Vaaaya, y yo que creía que habías mojado... -El rubio movió la cabeza, lamentándose, y siguió recogiendo.

-¿A ti qué tal te fue?