Infiltrado

10) ME ESTOY ENAMORANDO

Me desperté con un grito, salí corriendo de mi cuarto y baje a la cosina. En ella encontré a Margaret mirando una tenelovela.

- ¿Te desperté?

- No pasa nada ¿cómo te fue en Nueva York?

- Bien, ya resolví todo lo que tenia que resolver así que no creo que tenga que volver.

- Buenísimo. Me comí los huevos que me había preparado Margaret y me fui a mi cuarto.

Hiba a ir a lo de Tina así que me cambie. Me puse una bikini por las dudas. Arriba de ella me puse un pantalón roto con un top blanco y mis zapatillas negras.

- Chau Margaret. Me voy a lo de Tina. Le dije gritando desde la puerta.

- Esta bien. Me respondió.

En cuanto llegue a la casa toque el timbre. Despues de esperar unos segundos Zack abrió la puerta.

- Hola. Le dije un poco incómoda. El no me respondió. Se movió de la puerta dejándome pasar. Entre y subí las escaleras dirigiéndome al cuarto de Tina.

- Amiga, al fin viniste. Necesito hablar con vos.

- ¿Paso algo malo?

- No, sólo que Finn me pidió de ser su novia. Nada importante.

- ¿Encerio? ¿cuando?

- Ayer, estábamos en el cine y cuando salimos me lo pidió.

- ¿Qué le dijiste?

- Si, obvio.

- Que bueno!! Le dije abrazandola.

- Si bueno. No hablemos más de mi, ¿cómo te fue ayer con mi hermano?

- Bien. Le digo dudosamente.

- Decime la verdad ¿qué paso?

- Nada.

- Yo se que si, cuando mi hermano llegó se metió en el cuarto y no salió.

- Sólo se inclinó para besarme y lo rechace.

- ¿Por que?

- Es un poco raro hablar esto con vos.

- Imagínate que no es mi hermano.

- Es sólo que cuando estaba a punto de pasar recordé a...

- ¿A Ian?

- Si, ¿que? no

- Dale somos amigas. Acepta que te gusta. No es nada malo que te guste un chico.

- Ya se que no es malo que me guste un chico es malo que me guste el.

- Entonces admitis que te gusta.

- Al principio no pero después de un tiempo se podría decir que si.

- Es buenísimo, pero le vas a tener que decir a Zack algún día. A él enserio le gustas.

- Ya se, sólo quiero encontrar el momento indicado.

- Creo que es ahora. Me dice mi amiga. Me di vuelta y vi a Zack que había escuchado toda la conversación. El se fue del cuarto y yo lo seguí.

- Zack, espera.

- No me tenes que decir nada. Yo fui el que se ilusionó.

- Sólo salimos una vez, ¿cómo podes gustar de mi?